El 80% de las UCI de España carece de sistemas para prevenir errores de medicación
La omisión o el retraso en el suministro de fármacos, la administración al paciente equivocado, las alergias o el mal cálculo de la dosis son algunos de los casos detectados
Solo una de cada cinco unidades de cuidados intensivos (UCI) cuenta con sistemas de prevención de errores de medicación en España. Es una de las conclusiones de un ambicioso estudio realizado por cuatro sociedades científicas: la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP) y la Sociedad Española de Neonatología (SENEO), que además cuentan con la colaboración de BD y el aval del Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España, la Sociedad Española de Enfermería Neonatal y el Foro Español de Pacientes.
El estudio aborda la situación de las UCI de adultos, pedriátricas y neonatales de 112 hospitales de toda España. De acuerdo con los investigadores, existe «un amplio margen de mejora» para implementar soluciones que minimicen el riesgo en el suministro de fármacos, pues la inmensa mayoría de estas unidades -en concreto, el 78,2%- carece de sistemas electrónicos que garanticen la seguridad del proceso. La validación de la medicación se realiza habitualmente por una sola enfermera (61,9%) o dos (28,6%).
Además, solo la mitad de los hospitales participantes cuenta con bombas inteligentes con sistemas de reducción de errores de dosis de medicación; y en el 86,5% no se monitorizan las administraciones de perfusiones parenterales desde un punto central. Por otro lado, muchas UCI (57,6%) carecen de acreditaciones para este tipo de procesos. Según la encuesta, solo el 44,4% de los centros participantes contaban con un protocolo o documento de consulta para la prevención de errores de medicación.
Los expertos ven necesaria la puesta en marcha de sistemas de trazabilidad de medicación, que deberían considerarse como un requisito fundamental en todas las UCI de España
Del mismo modo, los expertos ven necesaria la puesta en marcha de sistemas de trazabilidad de medicación, que deberían considerarse como un requisito fundamental en todas las UCI de España. Hay una apuesta clara por incorporar a los farmacéuticos en los equipos multidisciplinares de las UCI, además de crear planes de actuación ante eventos adversos que aseguren una respuesta coordinada y cubra las necesidades de pacientes y familiares, así como dar soporte a los profesionales implicados.
Estandarizar informáticamente la prescripción, la validación farmacéutica antes de la dispensación, la preparación centralizada de medicamentos o que la dispensación esté lista con antelación para evitar prepararla en las UCI son algunas de las recomendaciones consensuadas. La doctora Cristina Martínez (SEFH) explica que «conocemos muchos de los riesgos existentes en el empleo de medicación en las UCI y cómo se pueden prevenir. Para poder minimizarlos, es fundamental crear una cultura de seguridad dentro y fuera de las organizaciones sanitarias y, también, contar con el apoyo de las administraciones».
«El objetivo del estudio es ver de dónde partimos en España: se sabe que hay factores de riesgo y errores que se producen, y luego una serie de medidas para prevenirlos», apunta Cristina Martínez en declaraciones a THE OBJECTIVE: «Hay hospitales que parten de un 80% de las medidas disponibles y otros están a un 10%… La idea no es quedarse aquí, sino concienciar a las administraciones de invertir en seguridad».
Errores de medicación: el problema hospitalario más común
Los errores de medicación son el evento adverso hospitalario más común, con consecuencias sanitarias y económicas importantes para los pacientes y para los sistemas de salud. En Europa, según la Agencia Europea del Medicamento (EMA), la tasa de errores de medicación en el ámbito hospitalario varía entre el 0,3% y el 9,1% en la prescripción y entre el 1,6% y el 2,1% en la fase de dispensación. La omisión o el retraso en la medicación, la administración al paciente equivocado, las alergias y efectos adversos conocidos a medicamentos o el mal cálculo de la dosis son algunos de los más graves detectados.
La omisión o el retraso en el suministro de fármacos, la administración al paciente equivocado, las alergias o el mal cálculo de la dosis son algunos de los casos detectados
La doctora Ester Sanz (SENeo), considera que «la encuesta ha puesto de relieve la importancia de fomentar la cultura de seguridad en las UCI, mejorar la sensibilización y la formación de los profesionales en el uso seguro de medicamentos, implementar el uso de tecnologías que mejoren la detectabilidad y prevención de errores, y favorecer la educación y participación de familiares y pacientes en la seguridad del paciente».