El bonus con el que todos los italianos se están comprando su primera casa
Es más fácil que nunca acceder a una hipoteca si tienes menos de 36 años en Italia gracias a un bonus lanzado por el Gobierno de Mario Draghi
Foto: Remo Casilli | Reuters
Italia es el país de Europa con el mayor envejecimiento demográfico y esto está generando un grave problema a corto y largo plazo. De entre 60 millones de habitantes solo trabajan 23 de ellos, con esos datos es imposible, por ejemplo, pagar las pensiones del futuro. La cifra de paro es más baja que en España, se sitúa ahora en el 9,3%, pero mirando a los jóvenes el dato sube 20 puntos más, situándose en el 29,8%.
La situación no anima demasiado si añadimos el desempleo a la precariedad laboral generalizada desde hace décadas en Italia. Parece que Italia no es país para jóvenes y el primer ministro Mario Draghi, al llegar al Gobierno hace más de un año, en su deber como primer ministro técnico, se dio cuenta de que había que hacer que los italianos se quedasen en el país para que la rueda de la economía y de la población se pusiese en marcha con eficiencia.
Entre otras medidas lanzó el llamado «Mutuo under 36», un bono al que pueden acceder los menores de 36 en el que el Gobierno los acompaña con una serie de facilidades para que puedan comprar su primera casa y para los que el Ejecutivo ha destinado unos 500 mil millones de euros.
Era una manera de poner en marcha el sistema económico tras la pandemia -más facilidades para acceder y un mayor volumen de compra inmobiliaria- y para conseguir que el joven desencantado con el sistema que, probablemente, aún vive con su familia, pueda independizarse y pueda ver un futuro también en el país. La medida consiste en una serie de ayudas, rebajas fiscales y desgravaciones que facilitan la compra y está disponible desde mayo del 2021 hasta el 31 de diciembre de este mismo año. Por ejemplo, el que acceda, está exento de tasas hipotecarias y catastrales, así como los impuestos de registro que, al final, suman una cantidad considerable que ahora el joven italiano puede ahorrarse.
Los requisitos que se necesitan, además de tener menos de 36 años, es que sea tu primera compra de un inmueble y que tu renta anual no supere los 40 mil euros. Además de que la casa que se quiere comprar no supere los 250 mil euros. La parte verdaderamente positiva es que ofrece una garantía del Estado que facilita la situación a quien no tiene acceso a un garante.
En el 2019, con Giuseppe Conte del M5S en el Gobierno, se había lanzado ya un fondo de garantías que respaldaba el 50% del crédito para la compra de una casa, pero el paso de Draghi ha sido muy decisivo, el respaldo se alza hasta un 80%, en caso de insolvencia del comprador. En conclusión: el Estado respalda casi la totalidad de la hipoteca y eso te pone también en una mejor posición para la facilidad de acceso al crédito en el banco.
Este ha sido el caso de Giulia Sacchetti, menor de 36 años que reconoce haberse sentido completamente respaldada en el proceso, que facilita todo al joven para que pueda dar el paso. Llegó al banco en el que quería pedir el crédito, con la solicitud vinculada a la ayuda y fue todo sobre ruedas.
«Con las rebajas previstas en el decreto prácticamente he pagado menos de un cuarto de lo que tendría que pagar solo de tasas. He tenido la garantía por parte del estado del 80%, lo cual disminuía mucho mi riesgo y también los intereses bancarios, que se rebajaron hasta 1,5%. Esto me permite hacer una inversión para los próximos 30 años que antes no podría hacer. Ahora pago menos por mi hipoteca de lo que pagaba antes al mes por un alquiler. Conozco muchos amigos y amigas que han hecho lo mismo», dice.
La gran duda para Leonzio Rizzo, profesor de Economía de la Universidad de Ferrara es si las medidas tienen que ser orientadas a, por ejemplo, comprar una casa, o a mejorar el mercado del trabajo cuando lo que queremos es que el joven italiano sea independiente.
Insiste además que, aunque al inicio de haberse lanzado la propuesta, el crecimiento inmobiliario fue alto, ahora, tras el estallido de la guerra en Ucrania, no todos los bancos se animan a conceder créditos ante la inestabilidad internacional predominante. Además, las personas que accedan tienen que tener un contrato laboral estable, razón por la cual Rizzo piensa que el 29% de los jóvenes italianos en paro no se sienten respaldados por la medida y que las ayudas tendrían que ser más estructurales.
