¿Cuáles son los peajes más caros de España?
La autopista más cara del mapa de carreteras español es la AP-68, que conecta Bilbao y Zaragoza, con un precio total de 33,75 euros por trayecto
Los peajes son un gasto a tener en cuenta a la hora de planear las vacaciones. | Ramón Costa
Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina y con ellas los desplazamientos en coche. Esto supone largas rutas por carretera con el coche cargado hasta arriba para llegar a los destinos deseados y, desgraciadamente, una fortuna invertida en peajes, ya que algunos de los tramos más populares en España para ir a las zonas de costa están entre los más caros del país y pueden acabar suponiendo un buen impacto para el bolsillo.
A pesar de que el año pasado se liberalizó el tramo de autopista que conectaba Zaragoza con Barcelona y la costa de Tarragona, un destino de playa muy popular entre los españoles, todavía siguen quedando peajes en la red viaria española que, inevitablemente, hay que tener en cuenta como un gasto más de las vacaciones.
Precios de hasta 21 céntimos por kilómetro en las autopistas más caras
La autopista más cara del mapa de carreteras español continúa siendo la AP-68 que conecta Bilbao y Zaragoza y que cuesta un total de 33,75 euros por cada trayecto. Así, el recorrido completo de unos 297 kilómetros que separa las casetas del peaje de salida y las del de destino supone un coste de 11 céntimos por kilómetro. Sin embargo, existen otras vías de alta capacidad en la red de autopistas nacionales que en la comparativa de precio por kilómetro pueden resultar aún más caras.
Este es el caso, por ejemplo, de la AP-66 que conecta León y Campomanes, con un precio de peaje de 13,75 euros y un recorrido de 86,8 kilómetros, por lo que el valor de cada kilómetro se sitúa en torno a los 15 céntimos. Lo mismo sucede también con el tramo de la AP-6 que une Villalba con Adanero y que, además, supone una conexión con otras autopistas como la AP-51 o la AP-61 de conexión con Ávila o Segovia. Este tramo de apenas 62 kilómetros tiene un coste de 13,35 euros, es decir, 21 céntimos por kilómetro.
A estos tres tramos, considerados los más caros de las autopistas españolas, se unen los siguientes precios por trayecto completo:
- AP-46 (Alto de las Pedrizas-Málaga), 5,40 euros en temporada alta
- AP-53 (Santiago-Alto de Santo Domingo), 6,15 euros
- AP-7 (Alicante-Cartagena), 8,30 euros
- AP-7 (Málaga-Estepona), 8,10 euros
- AP-71 (León-Astorga), 5,25 euros
- AP-9 (Ferrol-Frontera con Portugal), de A Coruña a Santiago, 7,20 euros
La primera autovía de peaje en España
A pesar de que no sea una autopista, recorrer los 15 kilómetros y medio que separan Beasain y Bergara, en la diputación de Guipúzcoa, la primera autovía de España en la que se ha implementado un peaje, la A-636 o Deskarga, cuesta 2,53 euros, es decir, 16 céntimos el kilómetro para un turismo.
Para agilizar su funcionamiento, la autovía A-636 permite el pago por uso de forma telemática, empleando telepeajes y sin necesidad de detenerse en cabinas de peaje tradicionales. El funcionamiento del cobro en este tipo de peajes es muy sencillo. Cuando el coche circula por este tramo de la A-636, los lectores de matrículas de los pórticos detectan el vehículo en uso y cargan el importe de la circulación a la cuenta corriente que está vinculada a un dispositivo Abiatu, un sistema de peaje disponible para las personas empadronadas en Guipúzcoa. Por el contrario, quienes no cuentan con este sistema o son usuarios de paso, deberán previamente registrarse y vincular su matrícula de coche a una tarjeta de pago a través de Bidegi, la sociedad foral encargada de gestionar, mantener y construir las autopistas y autovías en los tramos guipuzcoanos. En caso de no hacerlo, pero haber pagado en un plazo de 4 horas anteriores algún peaje con una tarjeta de crédito, el importe se le cargará en ella directamente. Si no se produce ninguno de estos supuestos, el propietario del coche recibirá entonces una carta informativa de la Diputación con el precio que debe abonar por haber usado esta vía de pago. Si no se produce el importe en un período voluntario, se denunciará al conductor y se aplicarán recargos en el cobro.
En definitiva, se trata de un sistema de pórticos y lector de matrículas muy similar al que el Ejecutivo baraja implantar a medio plazo en todas las autovías del país, hasta ahora gratuitas.
