Desarticulada una organización de tráfico de drogas relacionada con un cártel mexicano
La banda criminal introducía en Europa la droga oculta en bloques de hormigón
La Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil, la Agencia Tributaria y EUROPOL, ha desarticulado una organización criminal internacional vinculada con el cártel mexicano de los Beltrán Leyva que se dedica, presuntamente, a la introducción de cocaína y metanfetamina en Europa a través del Puerto de Barcelona.
El golpe a esta organización afincada en España y Países Bajos constituye la mayor intervención de la historia de «crystal meth», con la incautación de un total de 2.549 kilogramos de metanfetamina, 1.370 kilogramos de cocaína y 17.000 litros de productos químicos para la producción de estupefacientes. La operación, llevada a cabo en Barcelona, Tarragona, la localidad toledana de Talavera de la Reina y Valencia, además de en Países Bajos y Turquía, ha concluido con la detención de 16 personas, según la Policía Nacional.
Con esta intervención policial se da por desmantelada la vía más importante de introducción en Europa de estas sustancias estupefacientes. Los responsables empleaban una novedosa forma para introducir la droga, que consistía en crear compartimentos ocultos en bloques de hormigón, haciéndola así indetectable para los controles fronterizos.
Fase inicial
La investigación se inició en 2017 gracias a la cooperación entre la policía nacional e internacional, sustentada por las sospechas de que una empresa de exportación podía estar siendo utilizada por un cártel mexicano para la introducción de grandes cantidades de droga en el continente europeo. De esta manera, los agentes comenzaron a monitorizar la actividad de la mercantil mexicana, que ha resultado estar bajo el control del cártel de los Beltrán y Leyva, quienes aprovechaban la infraestructura de sus operaciones de comercio internacional, provenientes de Sudamérica y Centroamérica, para copar el mercado europeo de sustancias estupefacientes.
En este contexto, Policía Nacional, Guardia Civil y Vigilancia Aduanera aunaron esfuerzos para controlar los movimientos de la empresa responsable de esas partidas, afincada en México y en Barcelona, y la cual utilizaba el puerto de la ciudad condal para sus actividades comerciales. Todo ello estaba coordinado por un ciudadano con nacionalidad española y mexicana afincado en España y que era, además, el principal responsable del cartel mexicano en nuestro país.
Una vez que recopilados todos los indicios, con el apoyo de la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional, se desarrolló una investigación pormenorizada sobre la empresa y sus movimientos en España para, de forma coordinada con las autoridades neerlandesas, realizar una acción conjunta que permitiera la identificación de todos los actores implicados en esta operativa de narcotráfico internacional para su completa desarticulación.
Envío de contenedores
Tras la detección de varios envíos de contenedores marítimos con destino Barcelona, se estableció un férreo control sobre los mismos con el objetivo de identificar a otras personas o empresas que pudieran estar implicadas en su liberación, despacho aduanero y correspondiente recepción.
En su interior se encontraron bloques de hormigón térmico, embalados con la misma cinta azul y con el logotipo corporativo de la empresa mexicana. Una vez practicada la inspección de su contenido, se comprobó que en el interior de varios de ellos se hallaban ocultos múltiples paquetes con sustancias estupefacientes que, una vez pesados y analizados, se determinó que se trataba de 536 kilogramos de cocaína.
En esta fase, los cuerpos policiales de España y Países Bajos comenzaron a coordinar esfuerzos con EUROPOL para desmantelar al completo la organización. Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se desplazaron a Países Bajos para apoyar a los agentes neerlandeses en los registros, mientras que un operativo de agentes holandeses se trasladó también hasta España. De esta manera, se practicaron de forma simultánea en ambos países doce registros, procediéndose a la detención de ocho personas, una de ellas en España y siete en Países Bajos. Los resultados finales de esta explotación permitieron la intervención e incautación de tres inmuebles de lujo en Países Bajos, el bloqueo e intervención de nueve cuentas bancarias y de un total de ocho vehículos de alta gama.
Blanqueo en España
Una vez en España, las empresas encargadas de recibir los bloques de hormigón eran también las responsables de darles salida a las piezas que no contenían sustancias en su interior, contactando para ello con empresas de construcción. Estos empresarios se encargaban también de dar cobertura a la organización, alquilando propiedades donde almacenar los bloques. De esta forma, desvinculaban su estructura de blanqueo con el tráfico de drogas, para que en el caso de que fueran intervenidos por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no pudiesen vincularse sus activos financieros y caudales económicos con la ilegítima actividad desplegada por el cartel mexicano.
Una vez concluida la investigación, se dispuso el operativo relativo a la detención de estas personas y se materializaron tres diligencias de entrada y registro en las que se intervino gran cantidad de documentos incriminatorios y diversos efectos electrónicos, así como cuatro armas de fuego largas.