El PSOE quiere que el término autista se considere ofensivo y propone cambios a la RAE
La moción se debatirá el martes en el Senado, aunque la Academia prevé incluir una marca que indique el tono insultante en la actualización de diciembre
«Autista. Dicho de una persona: encerrada en su mundo, conscientemente alejada de la realidad». El PSOE considera que la tercera acepción que dispensa la Real Academia Española (RAE) a las personas que sufren autismo es «ofensiva y discriminatoria». Propone modificarla y para eso ha registrado una moción en el Senado que se debatirá el martes en la comisión de Políticas Integrales de la Discapacidad. Una portavoz de la RAE avanza a THE OBJECTIVE que la institución abordó el tema el 2 de junio y que, en caso de ser aprobada la propuesta, incluirá una marca que indique el tono insultante en la actualización del diccionario, prevista para diciembre.
El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección relacionada con el desarrollo cerebral que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras. Causa problemas de interacción social y de comunicación. Comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El término espectro se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad, ya que su manifestación puede variar. Las autoridades sanitarias estiman que uno de cada 100 ciudadanos lo sufre. España ronda los 500.000 casos que, normalmente, se detectan en la infancia.
Moción en el Senado
«En ocasiones, los TEA se presentan asociados a otros trastornos del neurodesarrollo, como la discapacidad intelectual o el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. En otros casos no afectan al funcionamiento intelectual, que puede tener un gran potencial cognitivo, aunque algunos de sus procesos psicológicos tengan un funcionamiento diferente e incidan en la manera en que la persona percibe, interpreta y se relaciona con el mundo que le rodea», defiende el texto que han presentado los senadores socialistas Francisco Javier de Lucas y Javier Garcinuño.
La moción explica que sufrir TEA conlleva «un factor de alto riesgo en la exclusión social». De Lucas y Garcinuño lo achacan al escaso conocimiento que tiene la ciudadanía. «Teniendo en cuenta que los trastornos del espectro del autismo afectan de manera
fundamental a la esencia social de la persona, es una obligación de todos reconocer que las personas con TEA pueden, y deben, ejercer y defender sus derechos de manera activa, proporcionándose para ello los mecanismos, recursos y apoyos necesarios que favorezcan su acceso y participación social y fomenten su autodeterminación».
Los autores del texto recuperan las acepciones de la palabra que figuran en el Diccionario de la Lengua Española. Hacen especial hincapié en la tercera, que califica a quienes padecen este trastorno de «persona encerrada en su mundo, conscientemente alejada de la realidad». Consideran que la palabra autista se utiliza «como un insulto, de forma peyorativa y discriminatoria comprometiendo el respeto a la dignidad inherente de estas personas». Para resolverlo, proponen incluir una marca que indique el tono insultante del término, un trámite que ya ha iniciado la RAE.
De Lucas y Garcinuño sostienen que, en el lenguaje periodístico y en manifestaciones de algunas personas que ostentan responsabilidades públicas, se comprueba «una peligrosa normalización» en el uso del término que asocian con connotaciones negativas y el ánimo de descalificar e insultar. «Esta acepción estigmatiza, señala y desprecia a seres humanos, de forma que se consolida en el imaginario colectivo la discriminación y la exclusión de las personas con trastorno de espectro de autismo».
Actualizar el diccionario
Aluden al artículo 8 de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, ratificada por España, para adoptar medidas para sensibilizar a la sociedad, luchar contra los estereotipos y promover la toma de conciencia respecto de las capacidades y aportaciones de las personas con discapacidad. Entre ellas, modificar la tercera acepción del término autista en la vigésima cuarta edición del Diccionario de la Lengua Española o en alguna de sus actualizaciones.
Carles Mulet, senador de Compromís, indica que se trata de una causa «digna y loable», pero asegura que la propuesta le genera dudas ya que modificar la acepción no supondrá que la gente deje de usar dicha palabra con connotaciones negativa. «El diccionario de la Academia Valenciana de la Lengua no contempla ninguna acepción peyorativa del autismo, pero se usa. Las lenguas están vivas. En lugar de tachar los diccionarios hay que centrarse en la pedagogía».
El parlamentario valenciano sostiene que hay expresiones se usaban hace décadas como insulto y que ahora, gracias la formación, «hoy nos duele pronunciar». «Ese avance se ha superado sin quitar la acepción de la RAE, sino a base de educación, concienciación y trabajo como sociedad». Amparo Rey, responsable de Relaciones Institucionales en la Confederación Autismo España, considera indispensable que se efectúe una modificación de la tercera acepción del término.
«Es una demanda histórica del movimiento asociativo porque daña y perjudica a las personas con autismo». Rey revela que su organización ha solicitado en varias ocasiones que elimine el significado peyorativo de la palabra, la última vez en 2015, pero que la RAE siempre se ha negado. «Justifican que su misión es recoger en el diccionario los términos que utiliza la ciudadanía y que ellos no son responsables». Suprimir o modificar la tercera acepción, asegura, sería un avance para las personas que padecen autismo. «La Academia tiene que tomar partido».
Propuestas externas
Esa es la intención de la RAE. Una portavoz de la institución explica que la inclusión de una marca podría señalar su uso ofensivo y discriminatorio. Asó se propuso en la comisión de Ciencias Sociales de la Real Academia Española, celebrada el 2 de junio. La propuesta está pendiente de ser corroborada por las restantes academias de la lengua, proceso que tendrá lugar en los próximos meses. En el caso de que ratifiquen la enmienda, se incorporará al diccionario y será visible en la actualización de este año, prevista para diciembre.
La Real Academia Española cuenta con un servicio creado para atender las propuestas externas relacionadas con el Diccionario de la lengua española. Se trata de la Unidad Interactiva del Diccionario, puesta en marcha en 2011, y a la que se puede dirigir cualquier persona u organización para remitir sus sugerencias a través del formulario que se encuentra en la web de la RAE.