Los ganaderos piden reducir la población de jabalíes para evitar que llegue la peste porcina
Un solo caso podría suponer la paralización de las ventas a los países de fuera de la UE, a los que se exporta aproximadamente un cuarto de la producción
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante la detección de casos de peste porcina africana en Europa, ha pedido a las autoridades sanitarias un mayor control de la población de jabalíes salvajes en España para evitar que la enfermedad llegue al país, con las consecuencias económicas que esto tendría para el sector.
Esta enfermedad, que solo afecta a cerdos y jabalíes, es una importante amenaza para el sector cárnico, ya que no existe una vacuna que proteja a los animales y un solo caso positivo podría provocar que países de fuera de la Unión Europea prohíban la importación de productos porcinos de todo el país.
«Lo que pedimos es que se reduzca al máximo la población de jabalíes, para reducir el riesgo de infección», dice en declaraciones a THE OBJECTIVE Rosend Saltivieri, responsable del sector porcino de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos.
«El jabalí juega un papel muy importante» en el control de esta enfermedad, que por el momento no ha llegado a España, afirma Saltivieri. Por eso, desde la organización pidieron en una reunión con la Dirección General de Sanidad y Producción Agraria y la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad que se tomen medidas para controlar las poblaciones de este animal.
Entre ellas, se encuentra la reclamación de «una necesaria actualización de la ley de caza estatal para su adaptación a la realidad actual de incremento de la densidad de población de la fauna».
Sin embargo, Saltivieri señala que esta no puede ser la única medida: «Si hay que colaborar con los cazadores, se hace, pero esto será insuficiente y hay que actuar con otros sistemas y otro personal». Añade que habría que controlar «la cantidad que hay en cada territorio, y actuar donde haya más».
Contagio por comida contaminada
El jabalí es lo que más preocupa a los ganaderos porque su contagio es mucho más fácil que el de un cerdo de granja. Esto se debe a que la mayoría de infecciones ocurren tras comer un alimento que ha sido contaminado. Que el virus esté presente en la carne no supone ningún riesgo para los humanos, pero sí para los animales, que se contagian de una enfermedad que es mortal.
«Los puntos de riesgo son diversos», apunta Saltivieri, pero «dentro de estos puntos de riesgo, los últimos casos que ha habido en Europa, en Italia y Alemania en la parte tocando a Francia, y esto también pasó en países asiáticos, han sido por restos de alimentos contaminados que al final lo toma el cerdo o el jabalí y se contamina, porque el virus este permanece en la carne durante mucho tiempo».
En el caso de Alemania, el contagio más reciente fue en una granja en la que los animales se infectaron por comer restos de alimentos contaminados de los trabajadores. En Italia, los casos también han sido provocados por el factor humano.
Por eso preocupa más la población de jabalíes, porque mientras que en las granjas hay vigilancia, vallados y medidas de bioseguridad, los jabalíes pueden circular libremente y es más fácil que estén cerca de una población y cojan restos de comida.
«El papel de la Administración pasa inevitablemente por que se pongan más recursos para controlar la fauna salvaje», apuntan desde la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, que destaca que en algunos puntos de España, la población de jabalíes se ha llegado a duplicar en los últimos 20 años, «provocando no solo problemas para el ganado por ser reservorio y vector de enfermedades, sino causando también problemas de seguridad ciudadana y accidentes».
Un cuarto de la producción, en riesgo por un caso
La peste porcina africana es «uno de los principales riesgos que tenemos en el sector porcino», afirmaba a THE OBJECTIVE Miguel Ángel Higuera, veterinario y director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor).
Esto se debe a que no existe una vacuna para prevenir la enfermedad en los cerdos, pero sobre todo, apuntaba, al riesgo de que las zonas positivas no puedan exportar ningún producto porcino, por lo que «el efecto sobre el mercado es muy importante».
En el comercio europeo, si existe un caso de peste porcina africana en una zona del país, las restricciones se aplican a la zona afectada, estableciendo un radio de unos 30 kilómetros, por lo que la medida no afectaría a todo el país, según explica Saltivieri.
Sin embargo, muchos de los países ajenos a la Unión Europea no tienen en cuenta el concepto de la regionalización, por lo que un solo caso positivo provocaría la paralización de las exportaciones de toda España.
Esto supondría perder alrededor de una cuarta parte del comercio de los cerdos que se producen en España, según los cálculos de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos. «Económicamente puede ser un problema muy grande», alerta el portavoz.
La situación en Europa
La peste porcina africana entró en Europa en 2014 desde Georgia y desde entonces solo ha habido casos aislados, pero en diferentes países a lo largo de los años. En España estamos libres de esta enfermedad desde el año 1995, pero la detección de varios casos en países cercanos en los últimos meses ha puesto en alerta a la industria porcina.
Aunque no existen casos en los países más cercanos, sino que por el momento los más próximos están en Italia y Alemania, la preocupación se mantiene porque «la enfermedad está por la Unión Europea, con lo cual el riesgo existe», apunta Higuera.
Por eso, la Unión de Uniones pide «un mayor control en el movimiento de animales y alimentos desde los países positivos en peste porcina africana para evitar saltos de la enfermedad».