Los médicos de familia se plantan: dejarán de realizar bajas hospitalarias a partir de 2023
Los facultativos alzan la voz ante el incumplimiento de la normativa vigente y «la situación kafkiana» a la que tienen que hacer frente: «No somos administrativos»
Los médicos de familia están «ahogados». A la precariedad en los centros de salud y la falta de personal para atender a todos los pacientes, hay que añadir la cantidad de bajas por incapacidades temporales (IT) que tienen que gestionar empeorando aún más si cabe su situación ante la insostenible carga burocrática que se vive en las consultas. Por ello es que han decidido plantarse y a partir de enero de 2023 no gestionarán ninguna baja hospitalaria. Una decisión que ha sido tomada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en consenso con la Organización Médica Colegial (OMC), la Confederación Estatal Sindicatos Médicos (CESM) y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).
Así lo confirma a THE OBJECTIVE Francisco José Sáez Martínez, responsable del grupo de trabajo de gestión clínica de la SEMG, que critica «la situación kafkiana» que se vive ante la cantidad «ingente» de bajas hospitalarias que los médicos de familia tienen que gestionar: en los cuatro primeros meses de 2022 se tramitaron 1.534.173 procesos. Y es que, según el Ministerio de Sanidad, un médico de familia en España, atiende entre 36 y 40 pacientes de media al día, de los cuales, entre 16 y 25 son bajas mensuales –con sus correspondientes altas llegado el momento–.
«A partir de enero de 2023, los médicos de familia no vamos a dar parte de baja a ningún paciente que no hayamos valorado nosotros, es decir, a los pacientes hospitalizados o en observación, solo les vamos a tramitar la baja cuando hayan recibido el alta hospitalaria», advierte Sáez, que denuncia la «incompresible» situación que desde siempre, por defecto, vienen realizando los médicos de familia. A pesar de que incumple con la normativa vigente, hasta el momento, cuando una persona ingresa en un hospital o en observación es el médico de familia, y no el que lo valora en el hospital, el que gestiona la baja. Esto además, acarrea que un familiar acuda a atención primaria para que este facultativo gestione dicha baja generándose «situaciones absurdas» e, incluso, «abusivas».
Y es que, como asegura el médico, que representa a la SEMG en el Foro de Atención Primaria, la entidad que aglutina a los ocho representantes del primer nivel asistencial, «el médico hospitalario solo emite un parte diciendo que el paciente necesita baja pero no detalla una previsión de valoración de la misma ni, a veces, la patología que tiene», por lo que muchos partes se dan «sin saber la situación del paciente».
Incumplimiento de la normativa vigente
De esta forma, desde la SEMG denuncian que se está incumpliendo la normativa vigente, ya que el Real Decreto 625/2014 por el que se regulan las bajas por incapacidad temporal establece que el facultativo del Sistema Nacional de Salud (SNS) que atiende al paciente es el que tiene que emitir el parte de baja. «La declaración de la baja médica, en los procesos de incapacidad temporal, cualquiera que sea la contingencia determinante, se formulará en el correspondiente parte médico de baja expedido por el médico del servicio público de salud que haya efectuado el reconocimiento del trabajador afectado», se lee en el texto.
En este sentido, y atendiendo al Real Decreto, esta postura se ha traslado al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en una reciente reunión entre el Foro de Atención Primaria y la institución. Y es que este año, la situación ha cambiado: Cataluña aplicará la normativa y sus facultativos hospitalarios comenzarán a tramitar también partes. «¿Si lo hace Cataluña, por qué no lo hacen el resto de comunidades?», se pregunta el médico, que asegura que la comunidad recibirá del INSS 600.000 euros para implementar esta medida.
No obstante, y a pesar de que los médicos hospitalarios estarían por la labor de tramitar estos partes, aseguran que en estos momentos no lo están gestionando porque su sistema informático no se lo permite. «Yo ahora mismo no tengo ninguna pestaña en la HCE que me permita hacerlo. Lo ideal es que se pueda tramitar con unos pocos clics de ratón y debería ser así», cuenta a THE OBJECTIVE el médico internista del Hospital Universitario de Salamanca, Miguel Marcos, que defiende que sea el médico que valora al paciente en el hospital o que decide su ingreso «el que también tramite la baja». «Lo que falta es que se habiliten los mecanismos que permitan hacerlo», insiste.
Una postura apoyada por el director médico del Hospital Reina Sofía de Murcia, Fernando de la Cierva, que apoya que cada facultativo haga frente a los trámites burocráticos que genere. «Otra cosa es que hay que ir poco a poco cerrando los circuitos para que sea posible. De un día para otro no se puede cambiar todo al 100%», asegura.
Las bajas laborales, un problema para las arcas públicas
El absentismo laboral por bajas por incapacidad temporal se está convirtiendo en un problema para las arcas públicas. Según el informe ‘Absentismo laboral derivado de la ITTC’ elaborado por la patronal de las mutuas AMAT, en los cuatro primeros meses de 2022, el número de procesos de ITCC (Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes) ha aumentado en un 46,21% en comparación con el año 2021. De esta forma, se ha pasado de 1.049.271 procesos iniciados entre enero y abril de 2021 a 1.534.173 casos en el mismo periodo de 2022, esto es, 484.902 casos más. La consecuencia inmediata es que el coste para las arcas públicas se ha disparado un 12,09%, y de los 2.066,77 millones que costaron al Estado las IT para el periodo enero-abril de 2021, se ha pasado a 2.316,72 millones para el mismo periodo del ejercicio 2022, lo que equivale a 249,95 millones de euros más.
En este sentido, el responsable del grupo de trabajo de gestión clínica de la SEMG, Francisco José Sáez Martínez, reflexiona y critica el coste económico que estas bajas realizadas por facultativos de familia que no valoran al paciente hospitalizado tienen para las arcas del Estado. Lo explica así: «Muchas veces se dan más días de baja que los que el paciente realmente necesitaría porque el médico de familia no lo ha visto. De esta forma, se pueden dar casos de, por ejemplo, 17 días de baja, pagados por todos los españoles, cuando esa persona quizá no necesite más de cuatro o cinco», se sincera Sáez. Este sanitario advierte y concluye: «Si para enero de 2023 las CCAA no han implementado el sistema habrá pacientes ingresados sin baja. Los médicos de familia solo vamos a gestionar las bajas que podamos valorar».