Las empresas aéreas que apagan incendios, al borde de la quiebra: «No podremos dar servicio»
Los expertos aseguran que en septiembre habrá medios que dejarán de apagar fuegos por no poder pagar el combustible
Incendio forestal en Tenerife. | EP
Apagar incendios nunca había sido tan caro como ahora. Las empresas que conforman el sector de los helicópteros y los trabajos aéreos que se dedican a la extinción de incendios están al borde de la quiebra con motivo de la subida del precio del combustible, que ha producido un sobrecoste mínimo de unos 50.000 euros diarios para cada una de estas compañías. Una situación sobrevenida en un año en el que el fuego no da tregua y ya ha batido récords de hectáreas quemadas: 270.000, superficie similar a la provincia de Álava.
Así lo asegura a THE OBJECTIVE Ignacio Gracia, presidente de la Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias (ATAIRE), que señala que el coste del combustible en tres años ha subido un 300%. Así, el experto denuncia que, en julio de 2020, el precio del queroseno en refinería estaba a 0,30 euros el litro y, sin embargo, hoy está a 1,1 euro. De esta forma, si para llenar el depósito de solo un helicóptero apagafuegos de categoría media hacen falta alrededor de 1.000 litros de combustible de aviación, con un sobrecoste de «600 euros por aparato» y con cada uno de ellos en el último mes y medio realizando al día ocho horas de vuelo en cuatro ciclos de dos horas y media cada uno –el máximo por ley–, una empresa con unos 16 helicópteros, como la del presidente de ATAIRE, tiene un excedente de unos 50.000 euros al día, según datos facilitados por Ignacio Gracia.
«Nos están matando, estamos al borde del precipicio y de la desaparición, algunas empresas incluso al borde de la quiebra. En septiembre, si no llueve y la situación sigue igual, muchas tendrán que abandonar el servicio», se lamenta el también ingeniero forestal, que apunta que, en verano, la dotación para la extinción de incendios es de unas 270 unidades entre helicópteros y aviones: unos 20, pertenecientes al Estado; el resto, de propiedad privada que trabajan con licitaciones a cinco años.
«Todas las empresas estamos en números rojos»
Según datos actualizados del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), en España se han calcinado 275.836 hectáreas en 391 incendios declarados, la peor en la serie histórica iniciada en 2006 y que tenía en 2012 su mayor registro con 189.376 hectáreas quemadas. El trabajo de los medios aéreos de extinción es fundamental para que estos incendios no se vuelvan más catastróficos. De esta forma, los expertos consultados aseguran que llevan un mes y medio sin parar de volar «día y noche» para hacer frente al fuego, «algo que supone más gastos con la inflación por las nubes».
«Si hubiera subido el combustible pero no hubiera habido tantos fuegos, no lo hubiéramos notado, pero el problema ha sido que en el mismo año se nos ha juntado que el combustible nos cuesta el doble y tenemos que trabajar el doble», apunta a THE OBJECTIVE José Teno Pujol, propietario de Sky Hekicópteros, que con una flota de unos 20 helicópteros operativos en Baleares, Extremadura, Madrid y Canarias, hace hincapié en la problemática de las licitaciones a cinco años sin posibilidad de poder ser ajustadas al IPC anual. «Si el IPC te sube un 1% anual lo aguantamos, pero si pasa como este año, con una subida del 10% y sin posibilidad de ajuste, estamos muy jodidos», se lamenta.
Y es que Pujol, que a fecha de 18 de agosto, solo en Extremadura –donde los incendios calcinaron más de 6.300 hectáreas– ya ha volado más de 1.300 horas, cuando lo normal es acumular unas 1.100 horas en todo el año, asegura que, años anteriores, repostar una cuba de combustible de 20.000 litros tenía un coste de unos 8.000 euros; sin embargo, este año se ha duplicado y su precio ha subido a 20.000. «Estamos trabajando bastante más que otros años con el precio al doble y cuanto más volamos más cerca del precipicio estamos por los sobrecostes», señalando que el coste de las piezas de los medios aéreos también se ha disparado.
«El avión más utilizado en incendios es el Air Tractor, cuyas piezas de recambios han subido en un año más del 30% y la de los helicópteros un 12%», cuenta el presidente de ATAIRE, que representa a más del 80% de las empresas que conforman el sector. Un porcentaje, en palabras de Ignacio Gracia, «muy importante en nuestro gasto». «Ahora, con tantos incendios, nuestros mecánicos trabajan todas las noches y las piezas son cambiadas con más asiduidad porque los aparatos están más en el aire. Y todo esto con precios no modificados desde hace cinco años. Es terrible», se lamenta el experto, que asegura que este año están volando un 300% más y si la situación no mejora en septiembre, con «todas las empresas en números rojos», habrá empresas que «no podrán seguir». «La ley dice que no puede haber desequilibrios económicos en las empresas con contratos públicos, por lo que algo estamos haciendo mal», explica Gracia, que asegura que están en conversaciones con las administraciones para buscar una salida. Sin embargo, relata, «todo va muy lento» y la situación «es preocupante». «En septiembre habrá empresas que no podrán pagar el combustible y tendrán que dejar de dar el servicio».
«Nuestro futuro está fuera de España»
A pesar de la pequeña tregua que han concedido las altas temperaturas durante el puente de agosto, los incendios forestales no han detenido su avance en España con más de 15.000 hectáreas calcinadas por las llamas. Los fuegos de Val d’Ebo (Alicante), Añón de Moncayo (Zaragoza) y los nueve que aún siguen sin extinguir en Galicia son los que más preocupan a las autoridades. En total, en este momento, hay unos 15 incendios en activo a los que los medios aéreos no le pueden perder ojo.
Siendo la columna vertebral de los servicios de emergencia –además de luchar contra incendios forestales, prestan servicios sanitarios de emergencias, rescate marítimo y de montaña–, aseguran que no han sabido poner en valor su trabajo en España y ahora, con un mercado con precios que no les permite subsistir, ponen el ojo fuera de nuestro país. «Ya son varias las empresas que están operando en países como Italia, Turquía, Portugal, Francia o Chipre, y en la medida que ellos nos necesiten más, porque va a pasar, cabe la posibilidad de que nos vayamos», asegura el presidente de ATAIRE, que agrega y concluye: «Estos países han entrado en el mercado con precios que nos permiten vivir. Nuestro futuro está en exportar nuestros servicios y poner en valor nuestro trabajo fuera de España».
