Los ganaderos denuncian que la nueva ley de bienestar animal pone en riesgo al perro pastor
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos denuncia que varias exigencias planteadas en el borrador son incompatibles con el trabajo de estos animales
La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos denuncia que el borrador del anteproyecto de ley de bienestar animal propuesto por el Gobierno pone en riesgo la labor de los perros pastores, pues algunas de las exigencias son incompatibles con el trabajo que realizan estos animales.
La organización afirma que, a pesar de que el Ministerio de Agricultura «ha hecho algunas propuestas de mejora a la situación de los perros pastores en el proyecto de ley impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, son totalmente insuficientes para salvaguardar la actividad que estos desarrollan».
Denuncian que «el principal problema que supone esta ley es para la ganadería extensiva, al incluir dentro del ámbito de aplicación a los perros de pastoreo y guarda de ganado que quedan considerados como animales de compañía». Esta inclusión, afirman, «provoca que muchas de las obligaciones que se imponen para los animales de compañía se apliquen a los perros pastores, pese a ser totalmente incompatibles con las labores que realizan».
«Nosotros lo que queremos es una diferenciación, pero además total, de lo que es un perro de campo y de lo que es un perro de ciudad», dice en declaraciones a THE OBJECTIVE Alfredo Berrocal, responsable de sectores ganaderos de Unión de Uniones. «No vemos ninguna necesidad de que la normativa cambie en los perros pastores, nadie lo ha pedido en el campo», añade.
Medidas específicas para perros pastores, pero «insuficientes»
El borrador que ha propuesto el ministerio incluye un artículo específico dedicado a los perros de pastoreo y guarda del ganado, en el que señala las medidas concretas que deben seguir los dueños de estos animales.
En concreto, el borrador señala que estos perros tendrán que estar inscritos en el Registro de Animales de Compañía especificando su labor, así como que quien quiera criarlos por cuenta propia, tendrá que estar inscrito en el Registro de Criadores y cumplir con las condiciones necesarias para ello.
«En las granjas, los mejores perros que tenemos son los que se crían en ellas, porque unos a otros se educan, es muy difícil tener un perro bueno en una granja y que esté educado y enseñado y una vez que lo tienes es un tesoro, es prioritario en tu granja», dice Berrocal.
Por eso critica que se pongan trabas a la cría de perros en las explotaciones ganaderas, pues al gasto añadido de tener que comprar el perro, señala Berrocal, ya que actualmente lo habitual es criarlos o incluso regalarlos entre ganaderos, se suma el entrenamiento. «Yo no puedo llevarme un mastín de la tienda y juntarlo así como así» con el rebaño, afirma.
Al incluirlos en el Registro de Animales de Compañía, desde Unión de Uniones entienden que se les aplican las normas para este tipo de perros, incompatibles en algunos casos con la tarea de estos animales en el campo.
En el artículo 41 señala que hay obligaciones de las que los dueños de perros de pastoreo y guarda de ganado están exentos, como la necesidad de superar la formación de tenencia responsable, así como la obligación de esterilizar a los animales que estén al aire libre. Sin embargo, los ganaderos piden más, como que se especifique que los perros de pastoreo no tienen que estar integrados en el núcleo familiar o que no está prohibido que vayan sueltos por lugares públicos.
«Un ataque constante» a la ganadería
Eso es lo que denuncia la organización de ganaderos, que critica que «desde el Gobierno, con la complicidad del Ministerio de Agricultura, no se haga más que poner palos en las ruedas a la ganadería, siendo sometida a un ataque casi constante por distintos frentes».
Señalan como ejemplo la protección contra el lobo. «Por un lado, el MITECO quiere aumentar el número de lobos y nos dice que invirtamos en medidas preventivas como perros pastores, ahora el ministerio de Derechos Sociales nos impone normas imposibles para tenerlos».
Así, Berrocal asegura que para una granja que se encuentre en una zona donde hay lobos, perder a su perro pastor supondría un gran problema de seguridad e incluso un motivo para el cierre.
Denuncia además Berrocal que en el campo se sienten «desprotegidos» por parte del Gobierno y pide que se impongan medidas a los animales domésticos en estas zonas en lugar de hacerlo a los perros pastores. «Llegamos y soltamos a nuestra mascota, y eso tiene unas consecuencias», dice el portavoz de la organización. «Es imposible convivir para los pastores y la vida en el campo con las mascotas» sueltas, explica.
En este sentido, la organización celebra que en el borrador se prohíba que las mascotas vayan sueltas «en lugares de acceso público, especialmente en los parques nacionales u otros espacios naturales protegidos, donde puedan causar daños a las personas, al ganado o al medio natural», pero insiste en que «no se puede aplicar de ninguna manera a los perros pastores».
Por su parte, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 no ha respondido por el momento a las preguntas sobre esta cuestión planteadas por THE OBJECTIVE.