Escuchar y exploración física: dos de las claves para tratar el dolor de espalda
Cuidar la columna y hacer ejercicio de forma frecuente es la mejor forma de evitar padecer esta patología
Diagnosticar la causa del dolor de espalda no siempre es fácil | Pixabay
El dolor de espalda puede aparecer en los huesos o en las articulaciones de la columna; también puede ser un dolor referido, es decir, que esté causado en otra parte del cuerpo o sea derivado de una patología no propiamente ósea o articular de la columna. Esto podría ser un dolor provocado o proveniente de los músculos, fascias o piel.
Diagnosticar la causa de un dolor de espalda, por tanto, no es fácil, precisamente por el gran número de estructuras presentes. Además, estas están intercomunicadas, cruzándose e insertándose de manera compleja. Sumándole a esto las miles de pequeñas terminaciones nerviosas que están presentes en los huesos, los discos, las articulaciones, los ligamentos, los músculos y las fascias, el diagnóstico es aún más complejo.
El cerebro es el que tiene que hacer el mayor esfuerzo para poder interpretar toda esa información y, al final, es él el responsable último del dolor. La forma de interpretar el dolor es fundamental y ha sido objeto de estudio desde hace años. Es más, diferentes estrategias terapéuticas, actuales y futuras, están encaminadas en esta dirección. Otras, sin embargo, lo que intentan es que la información llegue modificada al cerebro, como aquellas que neuromodulan la señal.
Combinar diferentes tratamientos
El neurocirujano y especialista en cirugía de columna Pablo Clavel Laria ha asegurado en El Confidencial que son muchos los especialistas que buscan aliviar este tipo de dolor en sus pacientes: médicos de cabecera, médicos de urgencias, especialistas de columna, fisioterapeutas o médicos especialistas en dolor.
Cada uno realiza un enfoque y tratamiento terapéutico diferente, según su especialidad. No obstante, hay muchas veces en las que, por la naturaleza de la dolencia y las características del paciente, es necesario que haya una coordinación entre los diferentes especialistas para combinar tratamientos.
La importancia del diagnóstico
Un diagnóstico acertado es algo fundamental en la medicina desde siempre. Por ello, hay que dedicar todo el esfuerzo y el tiempo necesarios para poder llegar a él. En caso de no llegar a un diagnóstico certero, cualquier tratamiento que se aplique no dará resultados. Además, esto también llevará al agotamiento psicológico tanto del paciente como de su familia, lo que llevará a un aumento del dolor.
En el caso de la clínica del doctor Pablo Clavel, asegura que en ella siempre han empleado tanto la tecnología como los «conceptos modernos» que definen las columnas. Para ello emplean el primer escáner EOS: este permite ver la alineación que tiene la columna e interpretar mejor la relación con otras articulaciones como la cadera o las rodillas. Sin embargo, también hay pacientes que necesitan radiografías dinámicas, TAC o resonancia magnética.
Algo de vital importancia, aparte de las pruebas anteriores, es la exploración física, además de escuchar lo que explica el paciente -en el caso de los médicos-, y explicar claramente lo que ocurre, sin dejar nada sin decir -en el caso del paciente-. Por ejemplo, explica el doctor, si un paciente que ha pasado por una operación dice que sigue teniendo el mismo dolor que antes de la intervención suele indicar que esta no ha solucionado la patología. También puede significar que la causa del dolor no estaba en el lugar intervenido o no era esa.
De forma opuesta, un paciente que explique que padece un dolor diferente o que después de la intervención vivió un periodo asintomático también es símbolo de una patología distina. Es decir, indica que el origen del dolor no está en la zona operada, sino en otra parte del cuerpo.
Además, en este proceso de escucha hay que «observar atentamente tanto al paciente como a su acompañante y preguntar sobre sus hábitos y trabajo». El doctor Clavel asegura que hay diversos factores que influyen en este dolor: «El estrés es otro factor que con frecuencia agrava el dolor o lo somatiza. El tiempo que el paciente lleve con dolor también será otro factor que determine el éxito de cualquier terapia».
Por tanto, habrá que explorar si el dolor sigue un patrón anatómico claro y congruente. Habrá que preguntar, también, por las características de distribución del mismo, tanto temporales como de relación mecánica. Es cierto que llegar a un diagnóstico concreto no es siempre algo fácil, pero los conocimientos, así como los medios y la tecnología de hoy en día, facilitan bastante esta labor. No obstante, la mejor forma de evitar padecer patologías de espalda es cuidar las columnas y hacer ejercicio de forma frecuente.
