Presión arterial: este es el valor ideal para una persona adulta
Algunas acciones del día a día, como hacer deporte durante 30 minutos, reducir el consumo de sal o hacer ejercicios de respiración pueden ayudar a controlarla
Una de las señales fundamentales que muestra nuestro cuerpo sobre si existe o no una buena salud es la presión arterial. Esta depende de la cantidad de sangre que bombea el corazón y de la resistencia que haya al flujo de sangre en las arterias. Cuando más estrechas sean estas, mayor presión arterial habrá.
Es por ello que jamás debe pasarse por alto, aunque realmente hay muchas personas que no conocen cuál es el valor normal para un adulto. Es decir, cuál es el parámetro que permite descartar cuadros tanto de hipertensión como de hipotensión.
Tal y como aparece en la página Medicine Plus, algo importante a tener en cuenta es que la presión arterial, generalmente, se da como dos números. El número superior es el que recibe el nombre de presión arterial sistólica y representa la fuerza de la presión cuando el corazón impulsa la sangre hacia las arterias del resto del cuerpo.
El número inferior, por otra parte, es la presión arterial diastólica. Esta refleja la presión en los vasos sanguíneos entre latidos, cuando el corazón se llena y se relaja. La forma de medir la presión arterial es en milímetros de mercurio, abreviado como mmHg: 120/80 mm Hg.
Los valores normales de la presión
La presión arterial es normal cuando los valores están por debajo de 120/80 mm Hg. La hipertensión o presión arterial alta aparece cuando uno o ambos números de la presión arterial son usualmente mayores de 130/80 mm HG.
Por otra parte, si el número superior de la presión arterial está entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número inferior es menor a 80 mm Hg, es una presión arterial elevada. Por último, cuando la presión arterial es menor de 90/60, es una presión arterial baja o hipotensión.
Hábitos diarios para controlar la presión arterial
La presión arterial tiende a subir con la edad, es cierto, pero también hay algunos hábitos del día a día que pueden ayudar a mantenerla controlada:
- Tener un peso saludable.
- Hacer ejercicio moderado de forma regular. A excepción que el médico indique lo contrario, la media mínima son 30 minutos de caminata diarios.
- Seguir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y productos lácteos bajos en grasa.
- Reducir el consumo de sal.
- Beber menos alcohol.
- No fumar.
- Descansar adecuadamente.
La respiración, otro truco para reducir la presión arterial
El Journal of Applied Physiology ha publicado evidencias de que fortalecer los músculos que se emplean para respirar reduce la presión arterial alta, lo que ayuda a promover la salud del corazón. La investigación parte de la premisa de que la respiración diafragmática profunda, la empleada a menudo en las meditaciones o las prácticas de atención plena (mindfulness), también puede ayudar a reducir la presión arterial.
De esta forma, un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado Boulder (EEUU) estudió a voluntarios sanos de entre 18 y 82 años para probar una técnica diaria de cinco minutos. Para ello emplearon un dispositivo de entrenamiento que ofrece resistencia a la respiración (Power Breathe), lo que dificulta el inhalar.
«Los músculos que usamos para respirar se atrofian, al igual que el resto de nuestros músculos a medida que envejecemos», asegura el investigador Daniel Craighead a El Confidencial. Sin embargo, entrenarlos entre cinco y diez minutos al día puede reducir significativamente la presión arterial alta a cualquier edad.
«Descubrimos que hacer 30 respiraciones por día durante seis semanas reduce la presión arterial sistólica en aproximadamente 9 milímetros de mercurio», explica Craighead. Esas reducciones son más o menos las que tendrían lugar al hacer ejercicio aeróbico convencional, como caminar, correr o ir en bicicleta.
Además, este es el tipo de reducción que produce un medicamento para la presión arterial. De hecho, los estudios han demostrado que muchos medicamentos comunes para la presión arterial llevan a una reducción de en torno a 9 mm Hg.
Además, diversos estudios científicos ya habían probado que es esencialmente un entrenamiento de fuerza para los músculos respiratorios. Esto es beneficioso para los adultos de todas las edades: «Nos sorprendió ver cuán eficaz es esta rutina para reducir la presión arterial», destaca Craighead.