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Hipoglucemias nocturnas: así influyen los niveles de glucosa en la calidad del sueño

Los ayunos programados, la falta de ejercicio o un consumo alto de alcohol son algunas de las cosas que pueden provocar hipoglucemia

Hipoglucemias nocturnas: así influyen los niveles de glucosa en la calidad del sueño

Medidor de glucosa en sangre | Pixabay

La calidad del sueño y el control de la glucosa en sangre tienen un vínculo directo. Tanto es así que cualquier persona, independientemente de que padezca o no diabetes, puede sufrir hipoglucemias nocturnas y no saberlo. Hay quienes tienen unos niveles inestables de glucosa en sangre, lo que significa que tienen una mayor variabilidad y sufren picos, tanto altos como bajos. Es por ello que duermen peor que las personas que tienen un mejor control de azúcar a lo largo del día.

Glucovibes ha llevado a cabo un estudio y, según sus conclusiones, tres de cada cuatro personas que sienten cansancio al levantarse, tienen la sensación de no dormir bien o sufren bajones de energía a lo largo del día pueden padecer hipoglucemias nocturnas. También pueden estar sufriéndolas quienes despiertan con mucha sensación de hambre o sienten mareos al levantarse.

Las hipoglucemias nocturnas son un bajón de los niveles de azúcar en sangre por debajo de los 70 mg/dl. Esto puede ocurrir tanto durante el día como por la noche, en momentos en los que el cuerpo necesita energía para poder llevar a cabo sus funciones. Cuando pasan por la noche pueden estar provocadas por diferentes factores, los cuales hacen que el descanso de los órganos y cuerpo en la fase de sueño no tenga la energía necesaria. Como consecuencia, aparece esa sensación de cansancio al levantarse y durante el nuevo día.

Los macronutrientes son muy importantes

Estas hipoglucemias ocurren cuando, aunque la persona llegue a los niveles de ingesta calórica que el cuerpo necesita, los macronutrientes no están bien distribuidos a lo largo de las comidas del día. «Es muy habitual realizar comidas en las que predomina un solo macronutriente. Es el caso de los hidratos de carbono como arroces y pastas. Estos platos suelen provocar mucha variabilidad en nuestras curvas glucémicas por lo que pueden afectar directamente en nuestro día a día», asegura la nutricionista de Glucovibes Itxaso Erasun.

También pueden ocurrir por hacer ayunos mal gestionados y programados, según señala Erasun: «Cuando llevamos muchas horas de ayuno, nuestro cuerpo está muy receptivo y demandante de comida. Por lo que las comidas en ese momento estimularán mucho más nuestro cuerpo, que reaccionará con picos más pronunciados».

Además, esta práctica hace que la cantidad de alimentos que ingiere una persona a lo largo del día se distribuye en menos comidas, causando una mayor variabilidad en las curvas glucémicas. Para llevar a cabo un ayuno adecuado, tendrán que estar presentes los vegetales como primer plato y, como segundo, proteína de calidad acompañada de hidratos de carbono integrales. De esta forma, será posible lograr «tener mayor estabilidad, además de nutrir» el cuerpo, indica la nutricionista.

Otro factor que influye puede ser una mala recuperación nutricional después de haber realizado un esfuerzo físico e incluso situaciones de fatiga crónica por un déficit energético. En este sentido, desde Glucovibes recomiendan comer después de hacer ejercicio físico, ya que la ingesta después de entrenar es la calve para no padecer hipoglucemias nocturnas. En concreto, los nutricionistas aconsejan que la comida sea rica en hidratos de carbono.

Combatir la hipoglucemia y tener un mejor sueño

Hacer ejercicio ayuda a controlar los niveles de glucosa. Foto: Jonathan Borba (Pexels)
Hacer ejercicio ayuda a controlar los niveles de glucosa. Foto: Jonathan Borba (Pexels)

Para evitar este fenómeno y tener unos niveles de glucosa más constantes, desde Glucovibes recomiendan hacer ejercicio, estar activo durante el día y salir a caminar unos 20 minutos después de las comidas. Estas es importante que combinen alimentos ricos en hidratos de carbono con proteínas, grasas saludables y verduras, que aseguren una ingesta adecuada de fibra.

Erasun detalla cómo sería un ejemplo de comida compensada: «Imaginemos que para cenar tenemos arroz blanco, que tiene un alto índice glucémico. Si a este le añades verduras y pollo, por ejemplo, lograrás que la curva de glucosa no sea tan aguda y la subida será más constante. Si además antes te comes una ensalada verde, el aporte de agua y fibra de este plato generará un mejor control glucémico».

Algo que también hay que tener en cuenta es que la ingesta de alcohol, la falta de hidratación o el exceso de sal pueden ser algunos de los factores que influyen en las hipoglucemias. Otro consejo clave que ayudará a mejorar la calidad del sueño es evitar hacer comidas abundantes cerca de la hora de acostarse. No obstante, es necesario hacer un análisis de la glucemia personalizado para saber cuál es la cantidad de comida ideal para poder conciliar el sueño y tener una calidad plena a la hora de dormir.

«La solución para una persona no tiene por qué funcionar para otra e incluso puede empeorar su situación, por lo que es importante ponerse en manos de un profesional en caso de sufrir estos síntomas y realizar un análisis y diagnóstico metabólico para descartar otras posibles causas y adecuar una solución de precisión para cada persona», asegura la nutricionista.

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