Los síntomas tempranos del Alzheimer que deben ponerte en alerta
Alrededor de 800.000 personas padecen la enfermedad del Alzheimer en España
Sintomatología
Al comienzo de la enfermedad, un paciente de Alzheimer puede ser consciente de que tiene dificultades para recordar cosas y organizar sus pensamientos. Sin embargo, con el tiempo está consciencia se pierde y es el entorno más cercano quien detecta cómo empeoran los síntomas.
MEMORIA
La pérdida de memoria es un síntoma clave de la enfermedad de Alzheimer. Los primeros signos incluyen dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes. Con el avance progresivo de la enfermedad, los problemas de memoria empeoran y aparecen otros síntomas.
Todo el mundo tiene lagunas mentales ocasionalmente, pero la pérdida de memoria asociada al Alzheimer, lleva consigo una serie de conductas que empeoran y persisten con el tiempo. Algunas de estas conductas son:
- Repetir afirmaciones y preguntas con frecuencia.
- Olvidar conversaciones, citas o eventos, y no recordarlos después.
- Colocar sistemáticamente objetos en el lugar equivocado, a menudo en lugares absurdos.
- Perderse en lugares conocidos.
- En una etapa más avanzada, olvidarse de los nombres de familiares y objetos de uso diario.
- Dificultad para identificar objetos con las palabras correctas, expresar pensamientos o participar en conversaciones.
PENSAMIENTO Y RAZOCINIO
La enfermedad de Alzheimer causa problemas para concentrarse y pensar, en especial sobre conceptos abstractos, como los números. Es habitual que las personas con Alzheimer tengan dificultad para realizar varias tareas a la vez o llevar al día las cuentas y facturas.
TOMA DE DECISIONES Y JUICIOS VALORATIVOS
La enfermedad de Alzheimer provoca un deterioro en la capacidad de tomar decisiones y crear juicios valorativos en situaciones cotidianas. Por ejemplo, una persona puede tomar elecciones malas o inusuales en las interacciones sociales o usar ropa inapropiada para ciertas situaciones. Puede ser más difícil responder de manera eficaz a los problemas de todos los días, como si se quema la comida o si se enfrenta a una situación imprevista mientras se conduce.
PLANIFICAR Y REALIZAR ACTIVIDADES COTIDIANAS
Con el avance de la enfermedad, las actividades, que, en algún momento, fueron parte de la rutina de las personas con Alzheimer y que requerían el seguimiento de pasos secuenciales, como preparar una comida, vestirse o asearse, se acaban olvidando.
CAMBIOS EN LA PERSONALIDAD Y EN LA CONDUCTA
Los cambios cerebrales que se producen en el cerebro como consecuencia de la enfermedad pueden afectar al estado de ánimo y al comportamiento. Los problemas que aparecen pueden ser las siguientes:
- Depresión o apatía
- Aislamiento social
- Cambios de humor
- Desconfianza en el entorno
- Irritabilidad y agresividad
- Cambios en los patrones de sueño
- Desorientación
- Pérdida de la inhibición
- Delirios, como creer que te robaron o que estas secuestrado.
HABILIDADES PRESERVADAS
Muchas habilidades siguen vigentes aún con el desarrollo de la enfermedad y el deterioro neuronal. Los pacientes, incluso con síntomas muy avanzados, son capaces de leer, recordar canciones o poemas, bailar, dibujar o hacer manualidades. Esto se debe a que la parte del cerebro que controla estas acciones aún no se ha visto afectada por la enfermedad. Es frecuente que con el trascurso de la afección, la persona no sea capaz de desarrollarlas.
Cuándo hay que consultar con un médico
Lo ideal es consultar con un médico tan pronto como aparezcan los primeros síntomas. Algunos trastornos pueden causar pérdida de memoria u otros síntomas de demencia. Por ello, siempre es mejor que se lleve el caso a consulta para ser valorado por un especialista y localizar el tipo de trastorno que esta causando esa sintomatología.
Del mismo modo, es interesante acompañar a consulta a un familiar o amigo con comportamientos extraños o poco habituales. En el Alzheimer puede ser complicado identificar los síntomas o ser conscientes de ellos si la enfermedad está algo avanzada. Por ello, la ayuda del entorno siempre es positiva para poder actuar lo antes posible.
Prevención
Aunque la enfermedad de Alzheimer es una afección que no se puede prevenir, se pueden modificar algunos factores de riesgo en nuestro estilo de vida. Los estudios realizados sugieren que los cambios en la alimentación, el ejercicio y los hábitos (pasos para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular) podrían reducir el riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer y otros trastornos que causan demencia. Las opciones para un estilo de vida saludable para el corazón que pueden reducir el riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer incluyen las siguientes:
- Hacer ejercicio de forma regular
- Llevar una alimentación saludable con productos frescos , naturales, grasas buenas y evitar alimentos procesados y con azúcar.
- Realizar seguimientos médicos para controlar la presión arterial alta, la diabetes y el colesterol alto.
- No fumar ni consumir alcohol.
Además, hay estudios que demuestran que mantener una vida social activa y participativa así como llevar a cabo actividades como leer, bailar, jugar a juegos de mesa o tocar instrumentos musicales y otras actividades ayudan a conservar las capacidades intelectuales en la edad adulta y reducen el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.