Los síntomas tempranos del cáncer de próstata, el tumor más común en los hombres
Hay ocasiones en las que la genética también juega un papel importante en esta enfermedad
El cáncer de próstata es uno de los más diagnosticados en los hombres. A lo largo de este año, más de 29.000 lo desarrollarán en España y, en todo el mundo, la cifra de personas que lo padecen es de casi 5 millones. La mayoría de personas pueden curarse o incluso vivir muchos años aunque el tumor no desaparezca. Sin embargo, también hay una minoría que no logra superarlo; en 2021, la cifra de muertes en España por cáncer de próstata fue de casi 6.000.
Es cierto que, en el 90% de las ocasiones, esta enfermedad aparece en personas que tienen 65 años o más. Pero no hay que cerrarse a pensar que las personas jóvenes no pueden desarrollarlo: la Asociación Española de Urología recomienda a todos los hombres hacerse revisiones urológicas a partir de los 50 años, sobre todo si tienen síntomas urinarios.
En caso de tener casos de cáncer de próstata en un padre o hermano antes de los 65 años, el consejo es adelantar esta revisión a los 45. Aunque parece algo muy fácil de llevar a cabo, lo cierto es que este tipo de cribados no cuentan con el mismo seguimiento que otros tipos de tumores.
Es más, el doctor de la Universidad de Granada José Manuel Cózar explica en Alimente + que los urólogos buscan «reproducir el exitoso modelo de detección precoz de la patología mamaria en la mujer». A pesar de ello, cree que las bajas tasas de realización de estas pruebas están relacionadas con que «muchos hombres no quieren ir al urólogo porque no quieren que les hagan un tacto rectal. Se hacen muchos chistes sobre este asunto, pero los chistes pueden matar».
Síntomas del cáncer de próstata
Es común que el cáncer de próstata no dé indicios ni síntomas en las primeras fases, según advierte la la Sociedad Americana de Oncología Clínica en su página web. Pero es verdad que, prestando atención, sí que hay algunos indicios que pueden ayudar a detectarlo:
- Micción frecuente.
- Dolor o ardor al orinar.
- Flujo miccional débil o interrumpido, o necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga.
- Urgencia de orinar frecuentemente por la noche.
- Sangre en el líquido seminal.
- Sangre en la orina.
- Disfunción eréctil de nueva aparición.
- Eyaculación dolorosa.
- Molestias o dolor al estar sentado provocadas por un aumento del tamaño de la próstata.
Tampoco hay que asustarse directamente en caso de experimentar cualquiera de esos síntomas. También pueden aparecer en caso de hiperplasia benigna de próstata (agrandamiento de este órgano), que es un proceso natural y suele aparecer alrededor de los 50 años. «A partir de los 70 u 80 años, todos los varones tienen HBP», explica el doctor.
Cómo diagnosticar si los síntomas son de cáncer
Un análisis de sangre permite determinar el antígeno prostático específico (PSA). La utilidad de este biomarcador ha sido controvertida en algunos momentos, ya que algunas afecciones pueden aumentar su valor y sugerir la presencia de cáncer de forma errónea; algunos casos son la prostatitis o la hiperplasia.
A pesar de esto, «todo el mundo acepta que es una bendición para el incremento de la supervivencia por cáncer de próstata. Desde que irrumpió el PSA, la mortalidad por cáncer de próstata ha disminuido y nadie discute su papel como un elemento positivo, que ha permitido el abordaje precoz de la enfermedad». Así lo ha aclarado el jefe del Servicio de Urología del Hospital Sanitas La Zarzuela, Ignacio Moncada, para Alimente +.
Pero el PSA no es la única opción. Otros biomarcadores que ayudan a detectar la fase de la enfermedad y el tipo de tratamiento más adecuado son:
- Índice de salud prostática (PHI): este es una combinación del análisis de 3 moléculas en sangre y permite obtener un puntaje. Permite conocer más información que lo que significa un nivel elevado de PSA.
- Prueba 4Kscore: este es un análisis de sangre que aporta una puntuación de riesgo específica para el paciente de tener cáncer de próstata agresivo. Esta prueba puede dar información para mejorar la toma de decisiones a la hora de ordenar una biopsia de próstata.
- Un análisis de orina: permite determinar la presencia de PCA3, un gen del cáncer de próstata que aparece en mayor proporción en el tejido del cáncer de próstata, pero no en el prostático normal. Puede ayudar a guiar en caso de que un paciente con una biopsia de próstata que había salido negativa tiene que hacerse una repetición de la misma.
Además de estos estudios, también es necesario realizar pruebas de imagen para poder visualizar las lesiones. Algunas de ellas son un TAC, gammagrafía ósea, PET y «la resonancia magnética multiparamétrica (que define el área sospechosa), y después con la biopsia dirigida ya afinamos muchísimo el diagnóstico», especifica Moncada.
Estos son los tratamientos más frecuentes
Los urólogos hacen hincapié en la importancia de que cada tratamiento y terapia frente al cáncer tiene que ser individual, pero sí es cierto que la edad determina la agresividad terapéutica. «En los pacientes mayores, con tumores de bajo grado y una expectativa de vida limitada a unos cuantos años, se impone la vigilancia activa», señala el especialista. No obstante, añade que si el enfermo es joven, «lo ideal es eliminar el tumor, porque la enfermedad suele ser de origen genético y más agresiva».
En general, los tratamientos más habituales son:
- Cirugía prostatectomía radical para extirpar la glándula prostática: suele provocar incontinencia urinaria e impotencia; la cirugía robótica, por otra parte, está asociada a menos efectos secundarios.
- Radioterapia externa.
- Braquiterapia: consiste en administrar la radioterapia a través de unas agujas colocadas en la próstata. La ventaja de este tratamiento es que la radiación está muy localizada y daña menos los tejidos sanos próximos al tumor.
- Crioterapia: administrar, a través de unas agujas introducidas en la próstata, gas a temperaturas muy frías en el tumor.
- Quimioterapia: es la recomendada para el cáncer de próstata metastásico.
- Tratamiento hormonal: consiste en una castración clínica, que conlleva algunos efectos secundarios como sofocos, disfunción sexual y osteoporosis.
El papel de la genética en el cáncer de próstata
Tanto la edad como la obesidad suponen factores de riesgo en los hombres para padecer cáncer de próstata. Sin embargo, hay un pequeño grupo en el que la genética es lo determinante. El cáncer de próstata hereditario supone el 5% de los casos y hay que tenerlo en cuenta cuando:
- Hay tres o más pacientes de primer grado con cáncer de próstata.
- Dos o más parientes cercanos diagnosticados antes de los 55 años.
- Hay 3 generaciones afectadas en la misma rama de la familia.
- Hombres de familias con cáncer hereditario de mama y ovario, asociados a mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2.
- El riesgo de un hombre de tener un tumor de próstata es dos o tres veces mayor cuando tiene un pariente en primer grado afectado.