¿Hay realmente riesgo para los humanos por el nuevo brote de gripe aviar?
El salto del virus a mamíferos hace surgir este miedo, pero los expertos afirman que actualmente hay poco peligro
Un reciente brote de gripe aviar que ha afectado a decenas de gatos, principalmente en Polonia, ha hecho que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) hayan emitido comunicados sobre esta situación, que ha generado preocupación por el salto que el virus ha dado a mamíferos.
«Los virus de la gripe aviar se propagan normalmente entre las aves, pero el creciente número de detecciones de gripe aviar H5N1 entre mamíferos, que están biológicamente más cerca de los humanos que las aves, hace temer que el virus pueda adaptarse para infectar más fácilmente a los humanos», dice un comunicado de la OMS, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Estas entidades añaden que «algunos mamíferos podrían actuar como recipientes de mezcla de los virus de la gripe, lo que daría lugar a la aparición de nuevos virus que podrían ser más dañinos para los animales y los seres humanos».
Pero, ¿cuál es el riesgo real de contagio actualmente para los humanos? La EFSA lo califica en su último informe, del mes de julio, como «bajo para la población en general, y de bajo a moderado para las personas expuestas por motivos laborales o de otro tipo a aves o mamíferos infectados (salvajes o domesticados)».
Según explica a THE OBJECTIVE Ursula Höfle, investigadora del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), el riesgo no es muy alto, pero se debe vigilar la evolución de la transmisión, «no solo las aves, también en mamíferos», puesto que hay tantos expuestos que «el virus tiene muchas oportunidades de intentar adaptarse y algunas veces lo consigue».
¿Se puede transmitir el virus de un gato a un humano?
Cada vez que el virus de la gripe aviar se detecta en mamíferos, surge de nuevo el miedo de que aparezca un brote en humanos. En el caso de los gatos, más aún, por ser un animal tan cercano a nosotros.
Con este último brote conocido, explica Höfle, parece que no existe ese riesgo. Los casos de los que se conoce el origen han sido todos por transmisión directa, aunque no se sabe cómo se han contagiado algunos de los gatos domésticos afectados, que en principio no han estado en contacto con aves transmisoras del virus.
«La mayoría de los mamíferos salvajes afectados por la IAAP son carnívoros que cazan aves silvestres, se alimentan de aves silvestres muertas, o ambas cosas», dice la EFSA, que añade que la fuente de la infección de los gatos afectados en Polonia «sigue siendo incierta, sin que hasta ahora se haya demostrado la transmisión de gato a gato o de gato a humano».
Sin embargo, señala Höfle, es el primer caso en el que se ve el virus con dos mutaciones a la vez, por lo que no se puede descartar que genere otra mutación que permita su transmisión entre los gatos e incluso a los humanos. «Son como pequeños pasitos que muchas veces no quedan en nada, pues ese brote a lo mejor acaba ahí y ya está, pero como hay tanta circulación del virus, siempre existe el riesgo».
La directora del Programa Mundial de la Gripe de la OMS, Wenqing Zhang, dijo el miércoles que este brote es «un nuevo recordatorio de que esta amenaza de gripe aviar podría causar la próxima pandemia». Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que «es motivo de especial preocupación porque se sabe que es muy peligroso para los humanos aunque nunca se ha demostrado que sea fácilmente transmisible entre personas».
Seguimiento e investigación para evitar la expansión
Aunque por el momento no haya un alto riesgo de contagio para los humanos, Höfle explica que la gripe aviar «sí que tiene el potencial de convertirse en un virus que afecte a los humanos, porque muta».
Por eso, explica, es especialmente importante hacerle un continuo seguimiento y compartir conocimientos entre los investigadores para tratar de controlar la expansión de esta enfermedad. «Lo importante es tener la información lo más rápido posible para saber cuándo hay riesgo».
Los sistemas utilizados para el control de la gripe aviar se basan, principalmente, en el sacrificio de los animales infectados y la limitación de los movimientos y traslados para evitar la expansión. Sin embargo, «ha cambiado la epidemiología del virus», explica Höfle, por lo que también es necesario «revisar la situación» para analizar si es necesario integrar otras medidas o protocolos de vacunación.
Esto es importante no solo por la posibilidad de que nos acabe afectando a nosotros, sino por los efectos que ya está teniendo en la biodiversidad, insiste Höfle: «Cuando salta un mamífero es cuando parece que el riesgo para nosotros aumenta, pero el drama real ahora mismo es que hay un impacto tremendo que todavía no podemos ni imaginar sobre la biodiversidad, porque está matando tanto a mamíferos como aves en cantidades nunca visto antes. Entonces eso va a tener un impacto a largo plazo sobre las poblaciones y ahí es donde está realmente el drama».
«De forma indirecta también eso nos afecta y es muy serio», advierte la experta.