Maha Vajiralongkorn, rey de Tailandia, el único que puede 'salvar' la vida de Daniel Sancho
El monarca tailandés, cada 28 de julio, día de su cumpleaños, muestra clemencia e indulta a miles de presos
Una niña tailandesa porta un retrato del monarca. | Peerapon Boonyakiat (Zuma Press)
El rey tailandés, Maha Vajiralongkorn, es la única persona que puede cambiar el futuro que le espera a Daniel Sancho, después de haber confesado el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta Arteaga. Un crimen perpetrado en Tailandia y que le convierte en el segundo español que se encuentra preso en el país por un caso de estas características. Un asunto que puede cambiar radicalmente si el monarca decide indultar al español, cambiando la más que probable pena capital por una posible cadena perpetua.
Tras la muerte del rey Bhumibol Adulyadej, el 13 de octubre de 2016, el príncipe heredero, Maha Vajiralongkorn, pidió no ser proclamado rey hasta que se acabaran las honras funerarias o período de luto. El antiguo primer ministro y presidente del consejo privado, Prem Tinsulanonda, asumió la regencia desde esa fecha hasta el 1 de diciembre. Siete semanas después, Maha aceptó el trono, convirtiéndose en el rey Rama X, con efectos retroactivos desde el 13 de octubre, aunque no fue formalmente coronado hasta pasado el período de luto, que en Tailandia suele durar un año. Se estima que en 2020 su patrimonio neto era de unos 30.000 millones de dólares, lo que lo convertía en uno de los gobernantes más ricos del mundo.
En Tailandia no se permiten las críticas a la monarquía, ya que está protegido por una de las leyes de lesa majestad más estrictas del mundo. A pesar de esta restricción, su popularidad nada tiene que ver con la del reinado de sus padres, siendo ésta enorme y la causante de un estrechísimo vínculo entre el pueblo y los exmonarcas. Algunas de las razones de su falta de popularidad residen en su carrera militar durante una época en la que el pueblo tailandés repudiaba la larga y reciente historia de los gobiernos militares, los rumores de una vida privada inmoral, de abuso y maltrato de sus subordinados, así como una percepción de que su personalidad es fría y distante.
Frío pero clemente
A pesar de ser considerado una persona fría, cada 28 de julio, día de su cumpleaños, muestra clemencia e indulta a miles de presos y conmuta la pena capital por condenas perpetuas a otros tantos. Artur Segarra fue uno de los ‘afortunados’. El catalán, con un caso abierto similar al del hijo del actor, Rodolfo Sancho, secuestró, torturó, asfixió y descuartizó al empresario David Bernat, cuyos restos, tal y como ha hecho Daniel Sancho, distribuyó por varios puntos, en su caso situados en el río Chao Phraya.
Tras cometer el asesinato, Segarra huyó a Camboya, donde pretendía escapar de la justicia sin saber que su rostro estaba siendo difundido de forma mundial, especialmente en España. Gracias a ello fue reconocido por una pareja de españoles que le denunció a las autoridades del país. Tras ser devuelto a Tailandia, fue condenado a muerte.
Su equipo legal recurrió la sentencia y aunque llevó el caso hasta el Tribunal de Apelaciones y al Tribunal Supremo, ambos ratificaron la sentencia y todo hacía indicar que el español recibiría la inyección letal. Sin embargo, el conocido como ‘descuartizador de Bangkok’ jugó su última carta a la desesperada y en 2020 solicitó un indulto real al rey Maha Vajiralongkorn, quien se lo concedió. Gracias a ello, el catalán no solo se libró de morir, sino que además alcanzó la posibilidad de terminar su condena en una prisión española, siempre y cuando pasase al menos ocho años en una cárcel tailandesa, algo que sucederá el próximo año, en 2024.
Por ahora, Daniel Sancho ha ingresado en la prisión tailandesa de la Isla Samui. Lo habitual en este país es que permanezca entre rejas hasta el juicio, aunque siempre le quedará una última bala ‘real’.
