Cristóbal Colón sí descubrió América
Descubrir es dar a conocer. Eso se produce en los mapas del nuevo continente que se cartografiaron después de 1492
Habrás oído la frase: «Cristóbal Colón no descubrió América. América ya estaba descubierta». De todas las frases tontas del repertorio indigenista esta es una de las más usadas. Es de una perversidad supina, pero lo que demuestra es un desconocimiento alarmante. ¿Te imaginas a alguien diciendo «Newton no descubrió nada, la gravedad ya estaba ahí»? Efectivamente, pensaríamos que esa persona es idiota.
Puede que la frase de marras se empezase a extender por culpa del escritor uruguayo Eduardo Galeano quien escribió: «Pero me parece a todas luces evidente que América no fue descubierta en 1492, del mismo modo que las legiones romanas no descubrieron España cuando la invadieron en el año 218 antes de Cristo». En junio de 1991, la Casa de las Américas de Cuba, con Roberto Fernández Retamar de director al servicio del castrismo, publicaba su posición ante el Quinto Centenario del Descubrimiento de América. El punto número dos rezaba:
«Por supuesto, es inaceptable llamar ‘descubrimiento’ a aquella llegada. En nuestro Continente existían en 1492 decenas de millones de seres humanos, descendientes de los únicos auténticos descubridores de estas tierras, venidos milenios atrás en oleadas sucesivas sobre todo de Asia, y al parecer también de Oceanía; y existían varias culturas enteramente originales, algunas de ellas más adelantadas en ciertos aspectos que la de los europeos de la época. Tales culturas, las de quienes el guatemalteco Manuel Galich llamó ‘nuestros primeros padres’, no fueron descubiertas, sino desbaratadas por los europeos».
Estas tesis que niegan el «descubrimiento» suelen obedecer a consignas políticas bien aprendidas e interiorizadas —Nihil novum sub sole—, sin embargo, son bien fáciles de rebatir. Colón descubrió América, por supuesto, porque «des-cubrir» significa «quitar el velo», manifestar algo que estaba oculto. Y Colón quitó ese velo, no Américo Vespucio, que prestaría su nombre al continente; ni siquiera Leif Erikson, hijo de Erik el Rojo, 500 años antes. América existía, sí, obvio, pero no había sido descubierta. Porque solo lo que ya existe puede ser descubierto. Descubrir es dar a conocer. Eso se produce en el mapa, en los mapas del nuevo continente que se cartografiaron después de 1492. Y fue un descubrimiento también para los nativos americanos puesto que los pueblos precolombinos no sabían que estaban en un continente. Ni siquiera sabían que había otras masas continentales con las que América (y no me la llamen Abya Yala, por favor) estaba en relación.
Por lo tanto, y por mucho que se ofendan algunos ofendiditos, se debe decir bien claro y bien alto: ¡Cristóbal Colón sí descubrió América!