El Ejército de EEUU evalúa un mortero 'made in Spain' que atormenta a los rusos en Ucrania
NTGS lleva años desarrollando el modelo Alakran, que no requiere de un sistema de absorción de retroceso
El exigente Ejército de los Estados Unidos bien podría acabar usando productos made in Spain. Los norteamericanos siempre andan probando cosas nuevas, por si les añadiesen una ventaja táctica. Parecen sonreír cuando ven en acción el mortero de fabricación española Alacrán, de la compañía NTGS.
Asentada en Collado Villalba, Madrid, NTGS lleva años desarrollando el mortero Alakran, cuya particularidad única es que no requiere de un sistema de absorción de retroceso. Se puede montar en un sencillo 4×4, un buggy, o un más sofisticado vehículo militar de diversa índole capaz de cargarlo. Puede ser operado por solo dos personas, y está listo para disparar en poco más de medio minuto. A pesar de las premuras, su alcance y precisión resulta sorprendente con tan breve espacio de tiempo de preparación.
Eficiencia probada
El Alakran pica alto y ya está en funcionamiento en cuerpos militares de los cinco continentes. India, Arabia Saudí o los más recientes ucranianos dan fe de su buena calidad, y es precisamente tras haberlo visto en acción en el frente contra Rusia, lo que ha hecho al cuerpo de Marines pensar en su evaluación, de la misma manera que lo están haciendo los franceses.
El mortero madrileño se fabrica en calibres de 81 y 120 mm y los yanquis han seleccionado el calibre inferior. Según reporta Infodefensa, la pruebas se están ejecutando en Fort Benning, Georgia, y las interesadas en una posible adopción son las fuerzas especiales, Rangers y unidades aerotransportadas. Al parecer, las pruebas son en principio positivas, y el mecanismo se ajusta a lo prometido.
¿Cómo funciona?
El Alakran está diseñado para ejecutar misiones en entornos áridos, desérticos, y agrestes. Esa es la razón por la que dispone de protección solar, y contra las inclemencias básicas como agua y polvo. Se puede instalar en vehículos de hasta tonelada y media sin necesidad de grandes modificaciones, lo que le aporta una integración rápida, barata y no especializada. De la misma forma, puede ser aerotransportado, ya sea en helicóptero o avión, algo más complicado en cañones sobre ruedas.
India los monta sobre todoterrenos de la marca Mahindra, Arabia Saudí y los ucranianos sobre Toyotas Land Cruiser. Se sabe que los estadounidenses estaban interesados en varias configuraciones y una podría ser sobre los vehículos de alta movilidad tipo buggy, como los conocidos MRZR Alpha de Polaris, aunque hay otras opciones parecidas. Que el cuerpo de Marines haya comprado recientemente una gran cantidad de vehículos de este tipo, hace pensar que necesitan equiparlos y el producto parece ser el idóneo.
Compleja simplicidad
El Alakran consta de tres partes básicas: los sistemas de control, por norma general situados en la cabina de control (aunque pueden estar situados fuera), el almacén de munición, en la parte trasera del vehículo, y el tubo lanzador que se descuelga gracias a un mecanismo electroneumático de bajo mantenimiento desde su parte trasera.
Los operadores buscan una posición idónea, maniobran y colocan el vehículo portador en una posición favorable, y despliegan el mortero que bascula para plantarse en el suelo. La base deja de ser el vehículo para pasar a ser el terreno sin más, pero sin perder las sujeciones. En 35 segundos puede estar listo para disparar, y mientras un operador selecciona el blanco y dispone el sistema, el otro lo puede ir cebando.
Veinticinco segundos del último disparo, y he aquí una de las grandes ventajas, puede replegarse rápidamente y salir del escenario. Con los proyectiles aún en el aire, puede salir zumbando a la velocidad que sea capaz de otorgar el vehículo portador. El Alakran lanza su veneno y echa a correr, ya sea para buscar otro sitio desde el que seguir ejecutando sus operaciones o retirarse. Su alcance es de algo más de siete kilómetros, (7.180 con proyectiles tipo HE) lo que les permite estar muy lejos de su posición inicial antes de que el enemigo esté en disposición de responder.
A nivel mecanico, ninguna pieza sobresale del perfil del vehículo, se puede transportar oculto bajo una lona, y pesa unos 150 kilos con el tubo de 81 mm; pasa a 300 con el de 120. Dispone de GPS, inclinómetros, telémetro de gran distancia para cálculo de tiro, cámara de puntería con codificador de ángulo, y todo lo relacionado con comunicaciones seguras de última generación.
Buena puntería
El Alakran incorpora su propio sistema de gestión de fuego. Designa objetivos y dispone de un calculador balístico de acuerdo con la munición suministrada y su calibre. En su configuración normal permite una carga de cincuenta y dos proyectiles de 120 mm, mayor cantidad si el calibre es inferior. Puede ejecutar una docena de disparos en el primer minuto; cuatro en fuego sostenido. Tarda solo ocho segundos en encontrar un nuevo blanco y fijar su cañón sobre él.
NTGS le va integrando soluciones de forma continua, y en las últimas versiones dispone de un sistema de fijación de blancos automático que incluye tecnología GIS (Geographic Information System). Esto lo hace independiente de sistemas GPS o donde la señal de los satélites sea mala, esté degradada, interferida o sencillamente no llegue. Esto se consigue gracias a un sistema desarrollado por la propia compañía, que le ha dotado de su navegación inercial GEONYX. Este módulo proporciona referencias de navegación dinámica, que combinado con un proceso de elementos de identificación de objetivos, le hace mejorar su precisión en gran medida por sí mismo.
Campo de pruebas ucraniano
No puede decirse que el Alakran no tenga experiencia en combate. La guerra ruso-ucraniana es un laboratorio de diseños, y el Ejército de Volodímir Zelenski dispone desde 2019 de seis unidades tubo de 120 mm instalado en vehículos blindados 4×4 Bars 8. A principios de este 2023, Ucrania encargó media docena de unidades montadas en todoterrenos ligeros Land Cruiser, tal y como están diseñados el centenar de Alakranes que opera la Guardia Fronteriza de Arabia Saudí. NTGS también ha integrado el sistema en el vehículo Mir de los Emiratos Árabes Unidos y en un blindado Sherpa de la empresa francesa Arquus.
En España, la empresa expone su material armado sobre el conocido URO Vamtac del Ejército de Tierra español, y se baraja la posibilidad de hacerlo sobre los 8×8 Dragón. El Alakran es un ejemplo más del avance técnico de muchas pymes que conforman el tejido industrial español en materia de defensa.