Adiós a la secadora: el truco japonés para secar la ropa dentro de casa y ahorrar energía
La disposición de la ropa en el tendedero es clave para maximizar la circulación del aire y acelerar el proceso de secado
Se acerca la temporada más fría del año y, como es habitual, nos enfrentamos al desafío de secar la ropa cuando las condiciones climáticas no son favorables. Con el aumento constante de los precios de gas y electricidad, la eficiencia energética se convierte en una prioridad, y eso incluye el uso de la secadora.
La secadora: útil pero costosa
La secadora es un electrodoméstico muy útil que ofrece ventajas como el secado rápido y eficiente, especialmente efectivo en climas fríos o húmedos. Además es práctico ya que permite ahorrar tiempo al evitar tener que tender la ropa y esperar a que esté seca para recogerla y ofrece la comodidad de elegir el momento en el que secar la ropa sin tener que tener en cuenta el clima de ese momento.
Sin embargo, presenta una desventaja clave que es el alto consumo de energía, lo que puede resultar costoso y tener un impacto ambiental negativo. Por ello, los japoneses han ideado una ingeniosa solución con la que se podrá ahorrar energía y secar la ropa de manera más rápida y sin humedades.
El invento japonés
Japón es conocido por ser una fuente inagotable de inventos revolucionarios. Los japoneses tienen un talento innato para encontrar soluciones prácticas a problemas cotidianos, y el secado de la ropa en días de clima adverso no es la excepción.
En días lluviosos, tender la ropa en interiores puede resultar en un secado mucho más largo y el riesgo de que la ropa coja malos olores. Además, la humedad acumulada podría propiciar la formación de moho en las paredes, especialmente en casas con un aislamiento deficiente.
Izumi Onuki, la gurú japonés del secado, tiene un método sencillo para secar la ropa de forma eficaz en el que solo se precisa de una toalla.
La toalla en cuestión, debe extenderse sobre una superficie plana, como una mesa, y luego se ponen las prendas encima de ella, procurando evitar que se amontonen o esten demasiado cerca entre sí. Luego, se debe enrollar la toalla con firmeza, de modo que las prendas queden envueltas en el tejido de la toalla, y finalmente, se debe aplicar una torsión en ambas direcciones durante unos segundos, ejerciendo presión.
Una vez se desenrolla la toalla, la ropa habrá perdido parte de la humedad, al haber sido absorbida. Luego, simplemente hay que sacudir vigorosamente la ropa y colgarla en el tendedero como de costumbre. Una buena alternativa es seguir el truco del arcoiris.
El truco del arcoiris
Esta técnica, conocida como «el método del arcoíris», implica una disposición determinada de la ropa en el tendedero para maximizar la circulación de aire y, en consecuencia, acelerar el proceso de secado.
La clave está en organizar las prendas de mayor longitud, como pantalones y jerséis, en los extremos del tendedero, donde la ventilación es más óptima, mientras que en el centro se ubican las prendas más pequeñas y de secado rápido, como camisetas, ropa infantil y ropa interior. Otro consejo efectivo es colocar el tendedero cerca de fuentes de calor, especialmente radiadores de calefacción, para aprovechar el calor y acelerar el secado de la ropa.