Condenado en Vigo por agredir sexualmente a su propia nieta, de tan solo 11 años de edad
El varón se abalanzó sobre ella y le realizó tocamientos por encima y por debajo de su ropa
Audiencia Provincial de Pontevedra. | Gustavo de La Paz, Europa Press
Un varón ha sido condenado a ocho años de prisión por agredir sexualmente a su propia nieta, de 11 años de edad. Los hechos ocurrieron en 2019, cuando el abuelo se acostó en la cama de su descendiente, realizándole tocamientos por encima y por debajo de la ropa, tal y como ha informado Europa Press.
En julio del 2019, la menor de edad vivía bajo la custodia de su padre, y periódicamente convivía con su progenitora. En la última vivienda también residía su abuelo, quien se acababa de separar de su pareja. Cabe destacar que la menor de edad tenía por entonces 10 años.
En su declaración ante el juez y las autoridades, el sujeto dijo que apenas entraba al cuarto de la niña, únicamente para coger algunos de sus enseres y para cambiarse, esto último siempre en ausencia de su nieta. Hasta que un día el varón le propuso a la menor acostarse juntos, recibiendo una respuesta afirmativa por parte de su sucesora, quien «pensaba que era para dormir».
Aprovechando esta situación, el acusado se abalanzó sobre su nieta, tocándole diferentes partes de su cuerpo por encima del pijama y «movido por un claro ánimo libidinoso», según recoge la sentencia. Asustada y desconcertada, la niña se zafó de él y huyó del lugar, para después proceder a encerrarse en el baño del domicilio.
Momentos más tarde, y pensando que su abuelo se habría ido de la habitación, la menor salió de nuevo con el fin de meterse en su cama, donde el sujeto la esperaba. Con más fuerza y violencia que antes, el varón procedió a quitarle parte de su ropa a su nieta, tocándole en sus partes más íntimas «sin que hubiera penetración».
Todos estos hechos fueron alertados por parte de la madre de la menor, quien echó consternada de la vivienda al abuelo al día siguiente, cuando le vio durmiendo junto a la niña en la misma cama. Ahora, el tribunal ha inhabilitado al varón de cualquier profesión, oficio u actividad, con remuneración o sin ella, que implique un contacto regular y directo con menores de edad.
Esto será instaurado por un tiempo superior a cinco años al de la duración de la pena de privación de libertad. Su condena es de ocho años de cárcel, frente a los 15 que se pedían para él en un principio, acusado de un delito de agresión sexual. Por otra parte, deberá indemnizar a su nieta con 6.000 euros en concepto de daños morales causados.
