¿De verdad ha habido medio millón de abusos? Los argumentos de la Iglesia contra esa cifra
La Conferencia Episcopal afirma que extrapolar los datos de la encuesta del Defensor del Pueblo es «faltar a la verdad»
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella. | Fernando Sánchez (Europa Press)
«El que quiera hacer extrapolaciones, que las haga. Nosotros no las vamos a hacer». Fueron las palabras del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, durante la presentación del informe que el organismo que preside había elaborado sobre las víctimas de abusos sexuales a menores en el ámbito de la Iglesia Católica. Y desde luego hubo quien hizo esas extrapolaciones.
Rápidamente la cifra de 440.000 copó portadas, telediarios y boletines y la idea de que casi medio millón de españoles había sufrido abusos en una sacristía o el despacho de un sacerdote se extendió a la opinión pública. Sin embargo, el informe del Defensor del Pueblo no menciona en ningún momento esa abrumadora cifra. En cambio, habla de que una encuesta realizada por GAD3 a 8.013 ciudadanos de entre 18 y 90 años había resultado en que un 1,13% de los que respondieron habían sido víctimas de abusos en el seno de la Iglesia.
Además, cuando se habla de esta lacra el imaginario colectivo tiende a situarse en una sola realidad: curas pederastas. Sin embargo, según datos del propio informe, los abusos sexuales por parte del clero no se corresponden con ese 1,13%, sino con el 0,6% del total. En otras palabras, casi la mitad de los abusos en la Iglesia, el 47%, no fueron cometidos por un sacerdote. En esa cifra del 1,13% el documento incluye a «profesores, voluntarios u otro tipo de colaboradores», en algunos casos sin otra vinculación con la Iglesia que la de trabajar en una escuela religiosa. Además, llama la atención que el documento recoge incluso casos en los que «los hechos han tenido lugar en el seno de confesiones distintas a la Iglesia católica».
«La extrapolación es un error evidente, sea intencionado o no»
En este sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, rechazó la extrapolación de los datos hecha por políticos y medios de comunicación, si bien reiteró la petición de perdón de la Iglesia. El pasado lunes, los obispos celebraron una asamblea plenaria extraordinaria en la que mostraron su «sorpresa» por la traslación bruta de los datos al conjunto de la población española: «No corresponden a la verdad ni representan al conjunto de sacerdotes y religiosos que trabajan lealmente y con entrega de su vida al servicio del Reino».
En conversación con THE OBJECTIVE, el director de comunicación del organismo, Josetxo Vera, ahonda en esta idea: «La cifra de 440.000 víctimas en España no la ha dado el Defensor del Pueblo ni sale en el estudio demoscópico de GAD3. De aceptarse esa extrapolación, habría que aceptar también que 4,5 millones de españoles sufrieron abusos sexuales en la infancia [un 11,7% de la población, tal y como apunta la encuesta]», añade Vera. El director de comunicación subraya que la Iglesia católica en España ha pedido perdón por los abusos; ha creado más de 200 oficinas de acogida a las víctimas; y ha hecho numerosas modificaciones en su ordenamiento para proteger a las víctimas, sancionar a los perpetradores y formar para prevenir los abusos en el futuro. «Abordar sólo las víctimas de abusos sexuales de la iglesia y olvidar a las otras víctimas, es crear víctimas de primera y de segunda», insiste Vera.
Sólo tres días después de la presentación del informe del Defensor del Pueblo, la Conferencia Episcopal lanzó la campaña ‘Orgullosos de nuestra fe’ en la que animaba a hacer bandera de una Iglesia centrada en el servicio pastoral y asistencial.
En el mismo sentido, Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas señala a este periódico que «la encuesta puede ser un complemento con un recorrido reducido y nunca se puede utilizar para sacar extrapolaciones sobre totales de población». «La extrapolación realizada por algunos medios y admitida por distintos representantes políticos, es un grave y evidente error, intencionado o no, tanto a nivel analítico, como sociológico», añade Centeno, «usar la cifra de 440.000 víctimas es un atentado a la verdad y un agravio a todas las entidades religiosas».
Pablo Velasco, secretario de Comunicación de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), atiende a THE OBJECTIVE y empieza insistiendo en que «un solo caso ya habría sido muy grave». Sin embargo, precisamente porque «estamos hablando de casos concretos, de personas con nombres y apellidos», Velasco opina que «este tema no se puede solventar con una encuesta y con estimaciones».
«Las extrapolaciones como mucho dan para un titular escandaloso, pero no reflejan la realidad», señala el directivo de la ACdP, que apunta a que ese conteo llevaría a concluir que 1,4 millones de españoles han padecido abusos en el ámbito familiar, otros 800.000 en la vía pública y 700.000 más en los colegios no religiosos.
«Insisto en que no es una cuestión de números. Un solo abuso ya sería grave. Y precisa una serie de actuaciones concretas y firmes, como ya de hecho está haciendo la Iglesia, en todos los ámbitos de la sociedad», concluye Velasco.
