La tasa bruta de graduados en ESO retrocede de nuevo tras el espejismo de la covid
El porcentaje de titulados en Bachillerato y FP también desciende tras los cursos marcados por la pandemia
La pandemia de la covid-19 fue una prueba de fuego para el sistema educativo, una situación sin precedentes que llevó a los centros y al profesorado a adoptar soluciones improvisadas e imaginativas para paliar los efectos que el confinamiento tuvo sobre el aprendizaje de millones de alumnos. Fue así como colegios e institutos pusieron en marcha medidas como la preparación de materiales online, de forma que los estudiantes pudieran trabajar desde sus hogares.
Esa rápida actuación por parte del sistema, no obstante, no dejó de ser un parche en un contexto tan traumático para el normal funcionamiento del curso escolar. Es así como todos los actores de la comunidad educativa —profesores, alumnos y familias— coinciden en admitir que en los cursos de la pandemia, especialmente el 2019-2020, la exigencia académica se redujo con claridad. Esta circunstancia se observó, entre otros factores, en la notable bajada en el porcentaje de repetidores, que descendió a casi la mitad del habitual.
Este contexto explica también otra estadística llamativa, la gran cantidad de alumnos que aprobaron 4º de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). En concreto, España registró en el año escolar 2019-2020 un récord en la tasa bruta de graduados en ESO. Así lo recoge la ‘Estadística de las Enseñanzas no universitarias’, publicada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
La tasa de graduados en Secundaria equivale al porcentaje de estudiantes que evita el conocido como fracaso escolar, es decir, que son capaces de completar la enseñanza obligatoria. Así, a más tasa de graduados en ESO, menor fracaso escolar (no confundir con el abandono educativo temprano, que se refiere a los alumnos que sí han completado la enseñanza obligatoria pero dejan los estudios de Bachillerato, de FP o de universidad).
El caso es que la tasa bruta de graduados en Secundaria ha experimentado un crecimiento casi constante en la última década (con la excepción del curso 2016-2017). Esa subida llegó a su cima en el ya mencionado año escolar 2019-2020, donde las facilidades dadas a los estudiantes llevaron a que el 84,7% de estos completase la ESO, un máximo histórico desde que hay registros. Con todo, el propio Ministerio de Educación reconoce que ese récord se explica en buena parte «por la situación excepcional producida por la pandemia».
La prueba de ello es que, pasado ese primer curso marcado por el confinamiento, el número de los que aprobaron la Secundaria 1,7 puntos el año escolar 2020-2021 (hasta el 83%) y otros 2,1 puntos (hasta el 80,7%) al curso siguiente, 2021-2022, el último del que hay datos. Esa cifra se acerca mucho más al 79,3% del último curso prepandemia, si bien todavía es algo mayor.
El Bachillerato y la FP también registraron récords
Pero la pandemia no sólo ha sido terreno fértil para la ESO. También el Bachillerato experimentó el valor más alto hasta la fecha en el porcentaje de alumnos que lo finalizaron. Concretamente, en el curso 2019-2020, el 61,5% de los bachilleres terminaron esta etapa educativa, nada menos que seis puntos por encima del año escolar anterior (55,5%). Igual que en el caso de los graduados en ESO, los titulados en Bachillerato han vuelto a niveles normales tras el curso covid: en el año 2020-2021, se perdió toda la ganancia para volver al 55,5%.
Algo análogo ocurrió con la Formación Profesional. Los ciclos formativos de Grado Medio también batieron su récord en el año académico 2019-2020 con una tasa de titulados del 23,8%. Lo mismo que en los Grados Superiores, en que la cifra llegó al 35,6%, y en la FP Básica (4,7%).
Otro aspecto común a la ESO, al Bachillerato y a la FP es que son más las chicas que las completan que los chicos. En el caso de la Educación Secundaria Obligatoria, ellas la finalizan en un 84,7% de los casos, 7,4 puntos más que sus compañeros (77,3%); en Bachillerato, la tasa bruta de mujeres que lo terminan es del 63,4%, también claramente superior a la de los hombres (48,4%), con una diferencia de 15 puntos porcentuales; por último, en las distintas modalidades de Formación Profesional, los hombres presentan una tasa bruta ligeramente superior en la FP Básica (5,5% sobre el 2,5% de las mujeres) y en los ciclos de Grado Medio (26,5% de los varones contra el 26,2% de ellas), mientras que la población femenina registra una tasa más alta en el Grado Superior (36,7% sobre el 32,8% de los hombres).