La Policía desarticula una secta internacional que utilizaba veneno de sapo y ayahuasca
Un total de 24.000 euros en efectivo fueron incautados por los agentes
Ejemplar de sapo en Guangzhou (China). | Universidad Sun Yat-sen, Xinhua News
Un total de 18 personas han sido detenidas, presuntamente involucradas en las actividades de una secta neochamánica en Barcelona. En sus rituales eran utilizadas diferentes sustancias tóxicas, como el veneno de sapo, así como ayahuasca y mescalina, tal y como ha informado El Caso.
En esta operación han participado agentes de la Policía Nacional junto a los servicios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria. Así, descubrieron la existencia de una secta ‘New Age’ neochamánica, que contaba con sedes en diferentes partes del mundo: Francia, Italia, Bélgica, Italia, Finlandia, Rumania, Malta, México, Turquía y Colombia.
En cuanto a España se refiere, sus sedes tenían localizaciones en Barcelona, Madrid, Granada e Ibiza. En su publicidad, ofertaban «retiros de evolución interior», lo que era anunciado a través de redes sociales en internet. Lo que se prometía era, esencialmente, una mejora física y mental de los clientes gracias al uso de diferentes proactivos.
Un líder médico colegiado
Su éxito, en gran medida, era provocado por la titulación de su líder, un médico colegiado, hecho que les hacía ganarse la confianza de sus posibles futuros usuarios. En cuanto a su principal sede, estaba ubicada en medio de la selva colombiana. Sin embargo, este líder falleció durante la fase de instrucción de este caso.
Su mujer actuaba como principal ayudante, además de fingir ser toda una licenciada en Medicina. Dentro de la investigación se han revelado una serie de delitos llevados a cabo por algunos de los 18 detenidos, tales como tráfico de seres humanos, intrusismo profesional, contra los derechos de los trabajadores, contrabando e infracción de la ley de extranjería.
Esta secta estaba dotada de gran cantidad de material para favorecer su enriquecimiento con la causa, como un vehículo de alta gama, un datáfono, diferentes teléfonos móviles y una gran cantidad de material informático. Durante sus rituales, similares a los de muchas sectas ‘New Age’, con tendencia neochamánica, se utilizaban sustancias psicoactivas como mescalina y ayahuasca, así como veneno de sapo soplo y rana kambó, entre otros; tal y como lo han evidenciado las pruebas encontradas durante los registros policiales.
