El KASOTC, la Disneylandia de los cuerpos de operaciones especiales de todo el mundo
El rey Abdullah II de Jordania es un visitante habitual del recinto, donde hace cursos como un soldado más
A la princesa Leonor seguramente le gustaría visitar Jordania, algo que hicieron sus padres en 2004 durante su luna de miel. En la agenda de la futura reina de España, habría una cita por deseo expreso. Con toda seguridad pediría a sus cicerones locales pasar por uno de los destinos más deseados, aunque sea por curiosidad, de todos los militares del planeta: el KASOTC.
Es la Disneylandia de pegar tiros. La mayor área de esparcimiento de los profesionales de la pólvora, y el mejor centro de entrenamiento militar del planeta. A él acuden los cuerpos de élite en operaciones especiales de todo el globo, y todos dicen que no hay nada igual. Leonor no sería la primera figura de sangre azul en pisar el recinto.
Balaceras monárquicas
En 2019, el rey de Jordania sorprendió al colgar en YouTube y redes sociales un llamativo vídeo. Abdullah II, muy cercano a los reyes de España, atacaba a un enemigo ficticio pero con armas y munición muy reales. Y no iba solo, en el asalto figurado, con blanco en dianas de cartón, le acompañaba su heredero, el Príncipe Hussein.
Armados con rifles de asalto y pistolas semiautomáticas, subían y bajaban de vehículos en marcha, tiroteaban los blancos programados en una suerte de coreografía armada. Llamó la atención la fluidez de sus movimientos y precisión de sus gestos. Se afanaban como verdaderos soldados de un equipo de operaciones especiales; se notaba que no era la primera vez que lo hacían.
La primera conclusión que se pudo sacar es que padre e hijo serían capaces de defenderse por sí mismos en un conflicto armado. El segundo, algo menos visible, era el complejo donde ejecutaban su entrenamiento… el King Abdullah Special Operations Training Center, o Centro de Entrenamiento para Cuerpos Especiales Rey Abdullah. La hija de Felipe y Letizia se ha mostrado como una magnífica tiradora durante su paso por el ejército, y no se perdería por en entorno.
Los militares tienden a guardar con discreción sus métodos, y su diseño se puede a veces leer a través de sus técnicas de entrenamiento. Todo ejército que se precie ensaya decenas de veces misiones de todo tipo, y la fisonomía de sus espacios, puede contar a que se piensan enfrentar. El problema, o la ventaja del KASOTC, es que en sus instalaciones hablan todos los idiomas posibles de la guerra, y no hay escenario que no tengan previsto.
En las instalaciones hay sesenta y siete edificaciones que imitan pueblos, edificios de varias plantas, poblados indígenas o ciudades imaginarias. Alberga varios campos de tiro, un espacio para francotiradores de larga distancia, diversos campos para simular ejercicios, piscinas para misiones bajo el agua, y pistas de tierra y asfalto para pilotaje extremo de vehículos.
Cuando la gente que llega allí y ve un Airbus A300 de tamaño real para ensayar rescate de rehenes, todos se hacen la misma pregunta: ¿cómo puñetas han traído esto hasta aquí si no hay una pista de aterrizaje? La respuesta es sencilla: en su afán por ofrecer todas las posibilidades planteables, los gestores de la empresa privada que maneja las instalaciones lo trajeron desmontado, y lo hicieron montar. Tiene el fuselaje con un interior equipado como un avión normal, sus alas, cabina de pilotaje, y hasta los motores, para que los que allí entrenen se enfrenten a algo lo más parecido posible a lo que se toparán un mal día. Incluso tienen muñecos con alarmas que saltan si reciben disparos.
Caos controlado
Sin duda, el KASOTC destaca entre otros centros por su énfasis en situaciones caóticas de fuego intenso. En la mayoría de los centros, hay muchas simulaciones controladas, pero no suelen entrenar escenarios con intercambio de fuego entre dos bandos, que es lo que el KASOTC ofrece. Durante los entrenamientos, los asistentes se encontrarán con fuego real, simulado, explosiones, helicópteros volando sobre sus cabezas y todo tipo de situaciones.
Cuanta más tensión se logre crear, más habituados estarán los alumnos y mejor responderán en el futuro cuando se enfrenten a situaciones parecidas. Esto lo saben muy bien los Navy Seals o los Marines estadounidenses, visitantes habituales de las instalaciones jordanas.
Situaciones muy diversas
Dentro de este escenario cinematográfico y realista, los miembros de cuerpos especiales que asisten a entrenarse pueden asaltar pisos, chalets, embajadas, adosados, o hasta centros comerciales. Para acceder a ellos disponen de diferentes tipos de puertas y mecanismos para evitar el acceso. Las hay de madera, metálicas, valladas, o con cierres de varias modalidades, para que los alumnos se manejen con ellas. Es todo un muestrario de todas las situaciones con las que pueden encontrarse en un conflicto de nivel medio.
En la zona del aeropuerto no falta de nada. Desde una torre de control a la que se puede trepar o descolgarse con cuerdas desde ella, a una zona de equipajes que tiene hasta cintas transportadoras de maletas. Al Airbus le acompañan varios helicópteros completamente operativos, y un jet privado, por si algún día hay que rescatar a un ministro, presidente de gobierno o millonario.
A todo ello se suma una piscina de entrenamiento, un circuito de combate terrestre, y un simulador de vuelo. También disponen de entrenamiento de perros, con criadero y clínica veterinaria, y servicios de edición de video donde se graban y revisan los ejercicios.
Sabor español
El ejército español también es un visitante del KASOTC. Aunque sea gestionado por una compañía privada, mantiene fuertes lazos con el ejército jordano, con el que a su vez, el español goza de unas excelentes relaciones. Los Boinas Verdes, el Mando de Operaciones Especiales (MOE) de tierra, la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE) de la Armada y el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC) del aire han pasado por allí.
El MOE tiene en su base de Alicante una edificación de entrenamiento en entornos cerrados, o los Boinas Verdes son invitados con frecuencia al Complejo de Tiro Adaptado que posee el ejército francés en Pau, al sur del país. Sin embargo, ninguna de estas instalaciones tienen el nivel, medios, posibilidades y capacidad del KASOTC, un verdadero parque temático de la pólvora.
El rey Abdullah II, aparte de haber salido en un capítulo de Star Trek, podría asaltar un complejo repleto de secuestradores completamente real; ya sabe cómo se hace, de hecho aprobó con nota el curso de operaciones especiales y dicen que tiene una puntería excelente. Tiene cierta lógica, puesto que se entrenó en el mejor sitio de todos.