Un preso se fuga por el maletero de un coche tras una visita médica en Asturias
La Policía ha iniciado un operativo de búsqueda
La Guardia Civil de Asturias ha puesto en marcha un operativo para localizar a un preso que ha conseguido fugarse por el maletero de un coche. El suceso ha ocurrido en Asturias, cuando el preso ha conseguido huir en el maletero de un coche que le estaba esperando.
Según han informado fuentes del Instituto Armado, el hombre estaba interno en el Centro Penitenciario de Asturias, ubicado en la localidad de Villabona, en el concejo Llanera, y había sido trasladado al hospital para una visita médica en Pola de Siero, a unos 25 kilómetros de la prisión.
Una vez finalizada la visita médica y antes de subir al vehículo oficial, el preso salió corriendo «de forma sorpresiva» y se introdujo en el maletero de un turismo que se encontraba próximo y que inmediatamente emprendió la huida, han apuntado las fuentes.
Más de 20 fugas
Este caso no es el único, pues en total, 21 presos más han logrado huir de la cárcel. En la estadística de Instituciones Penitenciarias constan 18 evasiones en las que han participado 22 presos desde 2003. Hace unos meses Yousef Mohamed Lehrech, conocido como ‘El Pastilla’, se escapó de la cárcel Alcalá Meco. Este joven de 21 años logró salir de la prisión madrileña de una manera surrealista, sin violencia ni intimidación: a pie y por delante de las fuerzas de seguridad que custodiaban las instalaciones. Todo ello un día antes de Nochebuena, aprovechando que familiares iban a visitar a los reclusos con motivo de las fiestas navideñas.
A finales del pasado año y poco después de que se fugase, la Policía Nacional decidió difundir su foto y solicitó colaboración ciudadana para encontrar a Yousef al tratarse de un perfil peligroso. El reo, de origen marroquí, es sicario y está acusado de dos asesinatos: el de un joven al que habría matado por error al confundirlo con otro encargo, y a su antiguo jefe, movido por una vendetta.
Aunque suene a película, no es la primera vez que se produce una fuga del sistema penitenciario español. Existen varios precedentes, según apuntan fuentes penitenciarias. En los últimos 20 años, esto es, desde 2003, se han registrado 18 evasiones distintas en las que han participado 22 internos, incluida la de ‘El Pastilla’, según consta en la estadística oficial de Instituciones Penitenciarias, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Entre las más conocidas están, por ejemplo, la de Jonathan Moñiz, un alunicero conocido como ‘El Piojo’. Logró escapar de la prisión de Valdemoro en Madrid con la ayuda de su hermano y otro compañero de celda en 2020. Fueron serrando poco a poco los barrotes de la celda hasta que los tres pudieron fugarse, pasando de esta última a otra habitación y de ahí al exterior. Pasaron cinco meses hasta que las fuerzas de seguridad detuvieron a los fugados de nuevo.
También es conocida la huida de los etarras Iñaki Picabea y Josepa Sarrionaindía. En 1985, estos dos terroristas consiguieron escapar de la cárcel de Martutene, la más antigua de la comunidad vasca, ocultándose tras un aparato de megafonía que se utilizó para un concierto en el centro penitenciario un día antes de su fuga. Tras salir de la prisión, huyeron a Francia, donde fueron arrestados pocos meses después.
Evasiones en régimen abierto
Por otro lado, la estadística también incluye las evasiones en régimen abierto, esto es, cuando el preso ha alcanzado el tercer grado o semilibertad o goza de algún permiso para salir de prisión y en ambos casos, decide no volver al centro penitenciario cuando se le es exigido. Sobre estos casos, Instituciones Penitenciarios no ha ofrecido datos a este periódico. No obstante, según una respuesta del Gobierno a una pregunta parlamentaria de Vox, entre 2019 y 2022, Interior registró 24 fugas de este tipo.
En el pasado mes de agosto, la fuga de Arturo Giménez Gutiérrez dejó boquiabiertos a muchos efectivos policiales. Este oscense, de 32 años, estaba fugado del centro penitenciario de Zuera desde noviembre de 2021, tras un permiso de salida del que decidió no volver. La Policía Nacional le dio el alto en un control de vehículos ordinario por casualidad y tras verse acorralado, emprendió una huida con su coche por la ciudad de Zaragoza.
La cuestión no quedó ahí. Una vez fue detenido y llevado a las dependencias policiales de la Comisaría de Delicias, burló todos los controles de seguridad para escaparse de nuevo a través del techo de las instalaciones. Fue detenido pocos meses después, el criminal había contado con la ayuda de su familia para escabullirse de la comisaría y también después para esconderse.