ONG recriminan a Europa su «inacción» para evitar muertes en el Mediterráneo
Han puesto como ejemplo el avistamiento la semana pasada de 17 cadáveres
Las tres principales ONG con operativos de búsqueda y rescate en la zona central del Mediterráneo, Médicos Sin Fronteras (MSF), Sea Watch y SOS Méditerranée, han denunciado que la «hipocresía» y la «inacción» de los gobiernos europeos facilita que sigan muriendo inmigrantes y refugiados y han puesto como ejemplo el avistamiento la semana pasada de 17 cadáveres.
A pocos días además de que se cumpla el primer aniversario de un naufragio al sur de Grecia que dejó más de 600 muertos, estas tres ONG han unido sus voces para señalar que este tipo de tragedias derivan «de las devastadoras e imprudentes políticas europeas en materia de inmigración y de no asistencia a las personas que emprenden la ruta mediterránea», considerada la más mortífera del mundo.
Un miembro de Sea Watch que formaba parte del equipo de vigilancia que avistó los 17 cadáveres, Tamino Böhm, ha señalado que hay cuerpos que «siguen en el mar» y ha abogado por mantener la vigilancia civil, en pleno debate por los intentos de Italia de prohibir los vuelos de observación.
«Si este intento tiene éxito, no habrá más testigos de estas muertes», ha lamentado Bohm, quien ha incidido en que los inmigrantes no perecen víctimas de «accidentes imprevisibles», sino fruto de «calculadas decisiones políticas de la Unión Europea».
La directora de Operaciones de SOS Mediterranée, Soazic Dupuy, ha señalado que, de no ser por la vigilancia civil, que cubren «un punto ciego letal», la última tragedia «habría sido probablemente uno de los muchos naufragios invisibles en el Mediterráneo». De hecho, ha advertido de que no se sabrá «cuántas personas» murieron en el naufragio.
Por su parte, el representante de Búsqueda y Rescate de MSF, Juan Matías Gil, ha pedido a las autoridades italianas que documenten los perfiles genéticos de quienes pierden la vida en el Mediterráneo, puesto que muchas familias necesitan «respuestas» sobre la desaparición de sus seres queridos.
Solo este año han muerto en el Mediterráneo más de 920 personas, de las cuales unas 750 corresponden a la zona central, que conecta los países del norte de África con Italia, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones.