Una multa de 200 euros por usar estas gafas de sol al conducir
Las que llevan cristales de categoría 4, las más oscuras, están totalmente prohibidas
Conducir bajo el sol radiante puede suponer una experiencia molesta y peligrosa si no se toman las medidas de precaución adecuadas. Las gafas de sol, si bien son un elemento de protección ante los deslumbramientos, no todas son seguras. La Dirección General de Tráfico (DGT) consciente de ello, ofrece información para diferenciar entre las gafas que protegen la vista del conductor y aquellas que representan un riesgo. Es importante destacar que el uso de gafas de sol no adecuadas para conducir puede acarrear una multa de hasta 200 euros.
Evitar las gafas oscuras
Las gafas con cristales de categoría 4, las más oscuras, están totalmente prohibidas para conducir. Su alto nivel de absorción de luz reduce considerablemente la visibilidad, especialmente en condiciones de poca luz o túneles.
Elegir las gafas adecuadas:
- Homologación: buscar la marca CE en las gafas, como garantía de que cumplen con los estándares de seguridad.
- Categorías 2 o 3: estas categorías ofrecen la protección adecuada para conducir sin oscurecer la visión en exceso.
- Colores neutros: gris, marrón o verde son los colores más recomendables. No alteran la percepción del color, crucial para una conducción segura.
¿Por qué es importante llevarlas?
- Reducen el deslumbramiento: la luz solar intensa, especialmente en determinadas horas del día o al circular por carreteras con orientación hacia el sol, puede provocar deslumbramiento, dificultando la visibilidad y aumentando el riesgo de accidentes. Las gafas de sol, con la categoría y color adecuados, ayudan a minimizar el deslumbramiento y mejorar la visión.
- Protegen los ojos de la fatiga visual: la exposición prolongada a los rayos ultravioletas (UV) del sol puede provocar fatiga visual, síntomas como picazón, enrojecimiento y sequedad ocular, e incluso aumentar el riesgo de cataratas y otras enfermedades oculares. Las gafas de sol con filtro UV adecuado ayudan a proteger los ojos de estos daños.
- Mejoran la nitidez de la visión: en condiciones de luz brillante, las pupilas se contraen para regular la cantidad de luz que ingresa al ojo. Esto puede dificultar la visión de detalles, especialmente en situaciones de tráfico denso o al conducir por carreteras con curvas. Las gafas de sol ayudan a mantener las pupilas dilatadas, mejorando la nitidez de la visión y la percepción de la profundidad.
¿Cómo elegir gafas según el rostro?
Las gafas de sol son un accesorio indispensable para proteger nuestros ojos del sol, pero también pueden convertirse en un complemento que realce nuestra imagen. Elegir las gafas adecuadas no solo depende de la protección que ofrecen, sino también de la forma de nuestro rostro.
¿Qué factores debemos tener en cuenta, según la OCU?
- Protección: es fundamental que las gafas de sol tengan un cristal de calidad que bloquee los rayos ultravioleta (UV) del sol. Busca gafas con el sello CE que garantice su cumplimiento con los estándares europeos de seguridad.
- Comodidad: las gafas de sol deben ajustarse bien a tu rostro, sin pellizcar ni apretar. La montura debe ser cómoda y segura sobre la nariz y las orejas, y no debe moverse con el movimiento.
- Estilo: pueden ser un complemento que realce tu estilo. Elige una forma que se adapte a la forma de tu rostro y que te haga sentir bien contigo mismo.
Rostros redondos: opta por gafas de altura y anchura proporcionada, con patillas y contorno negro o de un color oscuro. Esto ayudará a alargar la forma del rostro.
Rostros cuadrados y triangulares: las gafas en forma de lágrima o las gafas de aviador son una buena opción para estos rostros. Ayudarán a suavizar las líneas angulosas y a equilibrar las proporciones del rostro.
Rostros rectangulares: con montura alta son ideales para estos rostros. Ayudarán a acortar la longitud del rostro y a destacar los pómulos.
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Cómo darles una vida larga
Sigue estos consejos de la OCU para cuidarlas como se merecen:
Limpieza: la clave para una visión clara
- Gamuza: la mayoría de fabricantes la incluyen. Úsala con frecuencia para eliminar el polvo y la suciedad de los cristales. Recuerda lavarla periódicamente para mantener su eficacia.
- Toallitas húmedas: opción práctica para cuando no tienes la gamuza a mano. Elige toallitas específicas para gafas de sol para evitar rayones.
- Agua y jabón: si las gafas están muy sucias, lávalas con agua tibia y jabón neutro. Sécalas con cuidado con un paño suave para evitar rayones.
Funda: su hogar cuando no las uses
- Protección total: la funda es el mejor lugar para guardar tus gafas de sol. Evita meterlas directamente en el bolso, maletín o chaqueta, ya que podrían doblarse, romperse o rayarse.
- Elige la funda adecuada: busca una funda rígida y con un interior suave para proteger las lentes y la montura.
Calor: enemigo número uno
- Olvídate del coche en verano: las altas temperaturas dentro del vehículo pueden deformar o estropear tus gafas de sol. Deja siempre la funda en un lugar fresco y seco.