Las 32 horas que Mocejón vivió en vilo con el asesino de Mateo escondido en el pueblo
La Guardia Civil ha detenido este lunes al presunto asesino, un joven de 20 años
A las 10 de la mañana del domingo 18 de agosto, el tiempo se paró en Mocejón (Toledo). Fue el momento en que un joven de 20 años encapuchado, se coló en el polideportivo Ángel Tardío por un agujero en la valla, se acercó al campo de fútbol y mató a puñaladas a Mateo, de 11 años. El asesino huyó rápidamente del lugar sin ser visto por nadie. Comenzaron entonces las 32 horas más tensas que ha vivido este pueblo toledano en su historia reciente.
La Guardia Civil desplegó en ese momento un amplio dispositivo, con una decena de patrullas, para localizar al presunto autor de los hechos, con la Unidad de Policía Judicial y el Grupo de Información de la Comandancia de Toledo. El cuerpo armado activó una ‘operación Jaula’ para que ningún potencial sospechoso escapara del pueblo. Mocejón se sumía en el dolor por el suceso y en el terror por la posibilidad de tener a un asesino en sus calles.
El primo del niño asesinado, Asell Sánchez, asumió la portavocía de la familia, que es muy conocida en el municipio por regentar una panadería. En declaraciones a los medios de comunicación, Sánchez contó que uno de los dos amigos con los que el menor jugaba al fútbol pidió ayuda, diciendo que habían matado a su mejor amigo. «Era un chico súper bueno, súper cariñoso», dijo Sánchez, profundamente consternado por el asesinato de su primo. En esos momentos, la familia no tenía ninguna pista sobre quién podía estar detrás de esta tragedia.
Según avanzaba la tarde, algunos usuarios de redes sociales y pseudoperiodistas señalaban que el Hotel Pattaya de Mocejón aloja en estos momentos 50 menores extranjeros no acompañados (menas) y los relacionaban con lo ocurrido. Los propios responsables del hotel desmintieron que existiera ninguna sospecha sobre los menas: en ningún momento faltó ninguno y están muy controlados por los asistentes sociales y la Guardia Civil.
A las 19.30 del domingo, miles de vecinos de Mocejón celebraban un minuto de silencio en repulsa por el crimen en la Plaza de España del municipio. Las lágrimas empañaron los ojos de numerosos vecinos, especialmente, los de los amigos de Mateo, totalmente consternados. El primo del fallecido pidió en ese momento, en nombre de la familia, pidió que no se criminalizase a nadie por el suceso -en clara referencia a los menas- y que se dejase trabajar a la Benemérita. Al mismo tiempo, el Juzgado Número 3 de Toledo, en funciones de guardia, decretó secreto de sumario sobre el caso.
A la mañana siguiente, ya este lunes, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, informó de que efectivos de la Guardia Civil de la Comandancia de Madrid se unían a la búsqueda del asesino. Asimismo, Tolón detalló que en el dispositivo también participaban una unidad subacuática y vigilancia desde el aire.
La Asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha cuestionado la actuación del cuerpo armado tras al asesinato, porque ilustró «las deficiencias en la capacidad de respuesta». «Aunque se activaron dos patrullas, una desde Seseña, a 39 kilómetros de distancia, y otra desde una localidad cercana, junto con el apoyo del Seprona desde Illescas, situado a casi treinta minutos, el tiempo de respuesta fue de cuarenta minutos», ha criticado Jucil en un comunicado.
La detención
En torno a las 18 horas del lunes, finalmente, ha llegado la detención del presunto asesino. La Guardia Civil, guiada por grabaciones de varias cámaras de seguridad, ha detenido a un joven de 20 años. El presunto asesino es de nacionalidad española y se descarta que su motivación fuera un ataque terrorista, según detallan fuentes policiales a este periódico. El detenido ha confesado el crimen y los investigadores siguen buscando el arma homicida en una acequia del pueblo.
Al cierre de esta edición, la Guardia Civil registraba la vivienda donde se ocultó el presunto asesino tras cometer el crimen, en el propio pueblo. El juez de guardia estaba presente en los registros, donde se busca el arma que utilizó para acuchillar al menor. Los investigadores tratan a su vez de determinar el móvil que le llevó a cometer el crimen y no descartan, por el momento, que se deba a que tenga problemas mentales.
A esta hora, Mocejón respira tranquilo sabiendo que el presunto asesino ha sido detenido. El dolor, en cambio, tardará mucho en desaparecer. El pueblo vive su segundo día de luto oficial, tras ser decretado por el Ayuntamiento el mismo día del crimen. Por el momento, ningún miembro del Gobierno ha condenado este suceso.