Condenado en Sevilla tras ser sorprendido con 30.000 archivos pedófilos en su ordenador
La Policía encontró en enero de 2020 imágenes de menores en escenas de desnudez y actos sexuales explícitos
Agente de la Policía Nacional frente a un ordenador. | Policía Nacional
La Audiencia de Sevilla ha emitido una sentencia que condena a un hombre por un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil, tras encontrar en su poder más de 30.000 archivos relacionados con este delito. La resolución judicial, que data del pasado lunes, establece que José A.C.L., quien no tiene antecedentes penales computables, descargó y compartió material explícito de menores desde julio hasta agosto de 2019, utilizando el programa ‘eMule’.
El 15 de enero de 2020, con autorización judicial, se realizó un registro en su domicilio donde se incautaron de varios dispositivos que contenían una cantidad alarmante de archivos con contenido pedófilo. Según la sentencia, se recuperaron archivos tanto activos como borrados, incluyendo imágenes de menores en escenas de desnudez y actos sexuales explícitos.
Entre los dispositivos, se encontraron detalles específicos sobre los archivos: 213 estaban siendo compartidos y 364 ficheros con terminología pedófila fueron hallados en un disco duro interno. Además, en otro disco duro se encontraron 27.695 archivos en la papelera de reciclaje con nombres relacionados con pedofilia, y un vídeo explícito. En el ordenador de sobremesa, se descubrieron 672 ficheros en proceso de descarga con contenido similar, de los cuales 68 habían sido compartidos.
La Sección Cuarta de la Audiencia ha dictaminado una pena de tres años de prisión y cinco años de inhabilitación especial para profesiones que conlleven contacto con menores. Sin embargo, la ejecución de la pena de cárcel quedará suspendida con la condición de que el acusado no cometa nuevos delitos en los próximos tres años y se someta a un tratamiento semestral para su adicción.
Además, deberá participar en un curso formativo sobre libertad sexual y se le prohíbe el acceso a redes de intercambio de archivos o P2P. Esta sentencia busca no solo castigar al culpable, sino también ofrecer una oportunidad para su rehabilitación y evitar la reincidencia.
