Estos son los alimentos que nunca debes congelar, lo dice la AESAN

Aunque parezca inofensivo, guardar alimentos en el frigorífico y congelador conlleva riesgos que muchos desconocen. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha lanzado una alerta sobre prácticas comunes que pueden poner en peligro nuestra salud. No todos los alimentos reaccionan bien a las bajas temperaturas. Descubre cuáles son y cómo evitar intoxicaciones alimentarias.

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María Palmero

¿Qué debemos tener en cuenta al congelar alimentos?

La congelación es un método de conservación que ha revolucionado la forma en que almacenamos alimentos. Al reducir la temperatura a 18 grados bajo cero o menos, se ralentiza drásticamente la actividad enzimática y microbiana, lo que prolonga significativamente la vida útil de los productos. Esto no solo reduce el desperdicio alimentario, sino que también nos permite disfrutar de una mayor variedad de alimentos fuera de temporada.

Sin embargo, es crucial comprender que la congelación no es un método infalible. Aunque inhibe el crecimiento de la mayoría de los microorganismos, no los elimina por completo. Al descongelar, estos microbios vuelven a estar activos y pueden multiplicarse rápidamente si no se toman las precauciones adecuadas. Por ello, es fundamental seguir algunas pautas básicas:

• Cuanto más rápido se congele un alimento, menor será la formación de cristales de hielo que pueden dañar las células y alterar la textura.
• Envasar correctamente: utilizar recipientes herméticos y adecuados para cada tipo de alimento es esencial para evitar la pérdida de humedad, la contaminación cruzada y las quemaduras por congelación.
• Indicar el contenido y la fecha de congelación en cada envase facilita la organización y evita que los alimentos se echen a perder.
• La forma más segura de descongelar es en el refrigerador. Evitar la descongelación a temperatura ambiente, ya que favorece el crecimiento bacteriano.

¿Qué alimentos no se deben congelar?

Para aprovechar al máximo los beneficios de la congelación y evitar desperdiciar alimentos, es fundamental conocer qué productos son adecuados para este método de conservación y cuáles no. Se debe evitar congelar estos alimenos:

• Las frutas que tienen piel gruesa, cítricos, kiwis o melones no deben congelarse. Además de cambiar la textura de estas podrían perder el sabor.
• El pepino, la lechuga y los rábanos son verduras que adoptan un composición acuosas si las congelamos.
• Los huevos con cáscara: se puede romper y expandir el líquido, esto podría ser perjudicial para el alimento y por ende, para la calidad del alimento.
• Las patatas y vegetales de hojas verdes si las congelamos tienden a reblandecerse y presentar una textura arenosa.
• Los productos lácteos con alto contenido en grasa: separan la composición de los alimentos y pierden consistencia.

¿Cuánto tiempo se pueden congelar los alimentos cocinados?

El tiempo que puedes congelar los alimentos cocinados varía según el tipo de alimento y cómo lo hayas preparado.Sin embargo, como regla general, la mayoría de los alimentos cocinados pueden conservarse en el congelador entre dos y seis meses.

• Carnes y aves: se pueden congelar entre 2 y 6 meses. Es recomendable guardarlas en porciones individuales para facilitar su uso posterior. Las carnes magras, como el pollo o el pavo, suelen conservarse por más tiempo.
• Pescados y mariscos: el tiempo de congelación varía según el tipo de pescado o marisco. Los pescados blancos suelen durar más que los grasos. Los mariscos con concha, como las almejas o los mejillones, tienen un tiempo de congelación más corto.
• Guisos y sopas: se pueden congelar entre 2 y 3 meses. Es recomendable retirar la grasa antes de congelar para mejorar la calidad del producto final.
• Platos con base de huevo: suelen durar congelados entre 2 y 3 meses. Evitar congelar platos con mucha crema o leche, ya que su textura puede verse afectada.
• Pan y bollería: se pueden congelar hasta 3 meses. Envolverlos bien para evitar que se sequen.
• Verduras cocidas: se conservan bien en el congelador durante 2 o 3 meses. Blanquearlas antes de congelar ayuda a preservar su color y textura.