Malestar en sectores católicos por la posición «tibia» de la Iglesia sobre el Valle de los Caídos
Entre otras medidas, amenazan con dejar de marcar la ‘X’ de la Iglesia en la declaración de la renta
Vista de la exedra y de la cruz del Valle de los Caídos. | EFE
El acuerdo alcanzado por el Gobierno y la Iglesia para la «resignificación» del Valle de Cuelgamuros (anteriormente, Valle de los Caídos) no ha sentado nada bien en ciertos ámbitos católicos. El pacto, enmarcado en los presupuestos que contempla la ley de memoria democrática, establece que permanecerá la abadía benedictina, así como el culto en la basílica. Parte del templo, no obstante, entrará en el proyecto de musealización del complejo con el que se pretende «contextualizar históricamente el monumento». Esa reconversión se diseñará a partir de un concurso internacional de ideas.
En el acuerdo han estado implicados tanto el Ejecutivo -con el ministro de Memoria Democrática, Félix Bolaños, a la cabeza- como la Santa Sede, representada por el número dos del papa Francisco, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, y el hasta ahora nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito Cleopas, que acaba de dejar su puesto. Asimismo, han participado representantes de la Conferencia Episcopal Española y del Arzobispado de Madrid.
Desde el anuncio del acuerdo, distintas voces y asociaciones de ideología conservadora se han manifestado en su contra en la esfera pública. Tampoco han faltado, como es natural, multitud de comentarios en redes sociales. En relación con esta última cuestión, destaca una campaña difundida en WhatsApp, X y otras plataformas que llama a los católicos a no marcar la ‘X’ de la Iglesia en su declaración del IRPF (cabe recordar que la campaña de la renta 2024 acaba de arrancar).
Los obispos «abandonan» a los cristianos
Una de las voces más destacadas que se ha sumado a ese esfuerzo ha sido la del filósofo Miguel Ángel Quintana Paz, director académico del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP Madrid) y columnista de THE OBJECTIVE. En conversación con este periódico, Quintana Paz critica que tanto la Conferencia Episcopal Española como el Arzobispado de Madrid han pecado de una «absoluta falta de transparencia» al no informar sobre el proceso de negociación ni los detalles del acuerdo. También acusa a estos órganos de trasladarse mutuamente la responsabilidad.
«Desde punto de vista meramente comunicativo es absolutamente indignante», abunda el filósofo, que recuerda que los obispos «no son los mandamases absolutos, sino los servidores del resto de los cristianos», por lo que están obligados a rendir cuentas.
Para Quintana Paz, la cuestión es particularmente sangrante porque se va a alterar un espacio donde están enterrados miles de cristianos que «dieron su vida por la Iglesia y por los obispos». «Ahora la Iglesia los abandona y ni siquiera tiene la gallardía de decir lo que ha acordado», insiste el columnista de THE OBJECTIVE. En cuanto a la propia «resignificación», Quintana Paz dice que los pocos detalles que se han filtrado hablan de que gran parte de la basílica estará desacralizada y entrará en conflicto con la zona dedicada al culto. «Puede ser que estés en misa al lado de una imagen de la Pasionaria, de Carrillo o de Paracuellos».
Hazte Oír lidera la ofensiva
En cuanto a asociaciones explícitamente católicas o de inspiración cristiana, la que ha llevado la voz cantante es Hazte Oír. La organización —que ha sido vinculada en el pasado con la secta mexicana El Yunque— acusa al arzobispo de Madrid, José Cobo, de «haber pactado con el Gobierno de Sánchez convertir el Valle de los Caídos en un ‘museo de los horrores’ sobre la Guerra Civil». «El Valle hay que defenderlo entero y hasta el final. Y si el Gobierno tiene que entrar a la fuerza, que lo haga, pero de la mano de la Iglesia», reza el texto que acompaña a una recogida de firmas que pide a los obispos españoles que se opongan al pacto.
Otro organismo que se ha sumado a esta retórica es el Instituto de Política Social (IPSE), una asociación cívica sin ánimo de lucro y de perspectiva «humanista y cristiana». En una nota de prensa, el IPSE advierte a la «tibia» jerarquía de la Iglesia española que «romperá» con ellos si no defienden «a capa y espada» la cruz del Valle. Además, advierten de que, si lo obispos no defienden la identidad cristiana, los católicos dejarán de financiar a una «iglesia cobarde», en lo que parece otra referencia a la ‘X’ de la renta.
Autobuses rumbo al Valle de los Caídos
Además, Hazte Oír también ha tratado de canalizar ese descontento en la calle. A través de sus redes sociales, convocó a una protesta ante la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), donde los obispos celebraron este lunes y martes su sesión plenaria. A la concentración asistió en torno a un centenar de personas. Asimismo, la organización envió un camión forrado de pantallas LED donde podía leerse el lema ‘Resignificar es profanar’.
Esta presión sobre los prelados españoles, particularmente el madrileño, ya ha tomado de forma aislada tintes de intimidación. En un vídeo difundido por redes sociales, se observa al arzobispo Cobo en su vehículo a la salida de la sede de la CEE. Allí, un hombre le increpa al grito de «traidor», «vendido», «judas» y «colaboracionista». En respuesta, el ordinario madrileño repite en varias ocasiones: «Que Dios te bendiga».
Aunque la mayor medida de presión que están organizando desde Hazte Oír es sencillamente la de procurar que la mayor cantidad de gente visite el Valle. Así, el domingo pasado ya fletaron un autobús desde Madrid para facilitar que más personas pudiesen acudir la basílica para asistir a la misa dominical. Este fin de semana han vuelto a repetir la operación.
El Arzobispado defiende su papel en la negociación
Ante la polémica, THE OBJECTIVE ha podido conversar con fuentes de la Archidiócesis de Madrid, que han defendido el papel jugado por el arzobispo Cobo en la negociación. A pesar de que, matizan, el ordinario matritense sólo estuvo presente en las conversaciones en calidad de mediador e interlocutor, desde el Arzobispado ponen en valor que Cobo haya logrado «minimizar las pretensiones iniciales del Gobierno», que incluían la expulsión de la comunidad benedictina.
En cuanto a las críticas al arzobispo, las mismas fuentes no han querido hacer valoraciones, pero insisten en que Cobo ha defendido con éxito los espacios religiosos del Valle de los Caídos, no sólo los de la basílica sino también los externos, con la monumental cruz como símbolo visible. Además, tal y como señalaron en un comunicado, lamentan las filtraciones que se han producido en el proceso de negociación.
La Conferencia Episcopal echa balones fuera
Por su parte, la Conferencia Episcopal no ha querido entrar a valorar el malestar de muchos fieles por lo pactado acerca del Valle de los Caídos y se ha limitado a insistir en que se ha conseguido mantener el culto en la basílica, así como la permanencia de la comunidad benedictina y de la cruz. Es más, afirman que la plenaria de obispos celebrada esta semana ha dado su «refrendo total, sin ninguna voz discrepante», al acuerdo alcanzado. Sobre la posibilidad de que haya católicos que dejen de marcar la ‘X’ de la Iglesia en la declaración de la renta, la CEE se ha limitado a decir que son más las personas que marcan esa casilla que las que van a misa el domingo.
Durante una rueda de prensa celebrada este viernes al hilo de la plenaria, el secretario general del órgano de los obispos, monseñor Francisco César García Magán, ha calificado las protestas ante su sede como «una realidad muy heterogénea». «Había gente que rezaba el rosario y gente que insultaba a los obispos», ha abundado García Magán, que también ha deslizado sus sospechas de que algunos de los manifestantes perteneciesen a realidades «extraeclesiales».
