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Sociedad

León XIV inicia un papado continuista, pero marca distancias al recuperar tradiciones

Teólogos y sacerdotes lo consideran el candidato «idóneo» para liderar la Iglesia en un mundo en «transición»

León XIV inicia un papado continuista, pero marca distancias al recuperar tradiciones

El nuevo papa, Robert Prevost, en su primera aparición en el balcón principal de la Basílica de San Pedro | EP / Stefano Spaziani

La Iglesia Católica abre una nueva etapa con el cardenal Robert Prevost al frente en una línea continuista en relación con lo que representó Francisco, según aseguran a THE OBJECTIVE los teólogos consultados, que también destacan que, «como buen estadounidense es un gran organizador y ayudará a que la Santa Sede esté mejor organizada». El perfil del nuevo Pontífice León XIV tiene muchas similitudes con Bergoglio, aunque en su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro se revistió con la muceta que Francisco no quiso utilizar, un gesto que se interpreta como una recuperación de las tradiciones en la Iglesia.

Una sorpresa inesperada, aunque solo en el nombre del sucesor de Francisco, que no en el breve cónclave que la mayoría de la Iglesia esperaba. León XIV ha sido elegido en la cuarta votación; a las 18.08 se pudo ver la fumata blanca, después de dos fumatas negras, la del miércoles de una votación y la del jueves de dos. Tampoco hubo sorpresas en el perfil del sucesor de Francisco, un sacerdote continuista para un mundo en «transición». El «idóneo» para el momento actual, según un grupo de sacerdotes agustinos -la congregación del nuevo pontífice- que abandonaban felices la Plaza de San Pedro tras conocer que uno de sus hermanos ya es el nuevo Papa.

Estos mismos sacerdotes recordaban que León XIII, con el mismo nombre que el elegido por Robert Prevost, fue el redactor de la encíclica Rerum Novarum, que habla de la conciencia social y fue conocido como el «Papa de los obreros». Por ello, un teólogo gran conocedor de la historia de la Iglesia aseguraba a este periódico que «queda claro que es un hombre de Francisco», y que, de hecho, en sus primeras palabras desde el balcón principal de la Basílica de San Pedro lo citó dos veces.

Este teólogo destaca también lo «inesperado» de la elección, por debajo de otros nombres que habían aparecido en las últimas semanas, como el de los cardenales Parolin y Tagle. No estaba entre los favoritos, pero sí que aparecía entre los diez primeros en los que se habían fijado algunos expertos vaticanistas. «Ha sido inesperado, pero es muy buen candidato», señala, destacando que en su primer discurso no ha hecho ninguna alusión a su país natal, Estados Unidos, y sí a Perú, país del que tiene la nacionalidad y donde ha vivido muchos años como misionero. De hecho, utilizó el castellano para recordar su diócesis de Chiclayo.

Este carácter misionero es otra de las características del nuevo Papa que le lleva directamente al mensaje de Francisco de una Iglesia abierta al mundo que no esté alejada de la gente. En este sentido, cobran mucha importancia sus alusiones al diálogo, a la paz y a tender puentes, hasta en tres ocasiones. «Tenemos que buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes de diálogo, siempre dispuesta y abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos a todos. A todos los que tienen necesidad de nuestra caridad, de nuestra presencia, de diálogo y amor».

Uno de los «elementos interesantes que destaca el teólogo consultado por THE OBJECTIVE es el conocimiento del Vaticano, a donde lo trajo Francisco para situarlo como prefecto del Dicasterio de los Obispos, lo que le ha permitido tener un gran conocimiento del clero. En este sentido, señala que, «como buen estadounidense, es un gran organizador», asegurando que sabrá «estructurar mejor la Santa Sede».

Recuperar tradiciones

Esta línea de continuidad con el mensaje de Francisco se rompe en cuanto a lo que ha sido su presentación ante la cristiandad, en lo que se refiere a su revestimiento exterior. Cuando Jorge Bergoglio apareció en la Plaza de San Pedro no llevaba puesta sobre los hombros la muceta roja que sí se ha colocado León XIV. Para este teólogo, «no tiene importancia», pero para otras fuentes vaticanas refleja que Robert Prevost tiene intención, aunque habrá que ver de qué manera, de volver a algunas de las tradiciones del pontificado que desaparecieron con Francisco.

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