Los empleados españoles, entre los que más trabajan los fines de semana en Europa
La tasa en nuestro país es del 25% y se dispara a más de la mitad en el caso de los autónomos

Un camarero durante su jornada laboral, a 15 de abril de 2025, en Madrid (España). | Jesús Hellín (EP)
Los empleados en España se encuentran entre los que más trabajan los fines de semana en Europa, según indica Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, en su último informe. De acuerdo con los datos recogidos, que se publicaron el pasado uno de mayo con motivo del Día Internacional del Trabajador, el 22,4% de las personas empleadas en la Unión Europea trabajaban habitualmente durante los fines de semana en 2023.
Los sectores que contaban en aquel año con más trabajadores durante los últimos días de la semana eran, en primer lugar, agrícola, forestal y pesquero, con un 49,5%. Le seguían servicios y ventas, con un 48,9%, y en el tercer puesto se encontraban los trabajadores con ocupaciones fundamentales (26,7%). Esto se debe principalmente a la naturaleza continua de estos sectores, en los que la demanda de servicios no se detiene durante el fin de semana. El porcentaje respecto a otros cargos se sitúa por debajo del 20%.
En cuanto al estatus profesional, el informe muestra que los trabajadores autónomos, especialmente aquellos que cuentan con empleados, tienen una mayor tendencia a trabajar los fines de semana en comparación con los empleados asalariados, posiblemente debido a la flexibilidad y las demandas de su actividad. La tasa exacta de empleados que trabajan habitualmente durante este periodo es un 19,2%. En cuanto a los trabajadores por cuenta propia que no tienen empleados, la cifra es del 37,8%; por su parte, la cuota de trabajadores por cuenta propia con empleados es un 46,7%.
España, por encima de la media
El porcentaje de personas que trabajan durante los fines de semana en España supera el 25% para los empleados y el 50% para los autónomos con empleados a su cargo. Nuestro país es el séptimo de la UE en el que más se da este fenómeno. Esto refleja la importancia que tienen ciertos sectores que requieren actividad durante estos días de la semana, como el comercio, la hostelería y los servicios turísticos. El gran peso de la industria turística en ciertas regiones en España contribuye significativamente a esa tendencia. Además, sectores como el transporte, la sanidad y la atención al público también desempeñan un papel relevante, ya que requieren una cobertura continua. Esta realidad laboral se ve reforzada por la estacionalidad del empleo en determinadas zonas donde se intensifica el trabajo en sábados y domingos durante los periodos vacacionales.
Tendencia por países
La cifra de trabajo durante los fines de semana varía significativamente entre los países miembros. En cuanto a los países con más trabajadores que ejercían en 2023 en este periodo de la semana, Grecia encabeza la lista con una tasa del 32,3 %, seguido de Italia con un 30,9 % y Chipre con un 26,4 %. Esto se traduce en que los países de sur de Europa muestran una mayor proporción de trabajo en días no laborables. En contraste, los países del norte y este del continente como Lituania (3,0 %), Polonia (4,5 %) y Hungría (6,6 %) presentan las tasas más bajas.
Trabajar los fines de semana
Trabajar los fines de semana implica una serie de consecuencias laborales, sociales y personales, que pueden ser tanto positivas como negativas en función del contexto, el tipo de empleo y la frecuencia con que se realiza. Una de las principales consecuencias es el desequilibrio entre la vida laboral y personal, ya que estos días suelen normalmente estar destinados al descanso y a la convivencia familiar o social. Esta situación puede provocar aislamiento, menor tiempo de ocio y dificultades para mantener relaciones sociales estables.
Desde el punto de vista físico y emocional, la falta de descanso adecuado puede traducirse en fatiga crónica, alteraciones del sueño y un aumento del estrés o la irritabilidad. Además, los trabajadores que laboran regularmente en fines de semana pueden tener un mayor riesgo de problemas de salud mental si no se compensan adecuadamente los tiempos de descanso.
Sin embargo, también hay aspectos positivos. En muchos casos, trabajar en fin de semana implica compensaciones económicas o beneficios laborales, como horarios flexibles y días libres entre semana. Asimismo, para algunos trabajadores es una oportunidad para conciliar otras actividades o acceder a un primer empleo, especialmente en sectores como la hostelería, sanidad, comercio y transporte, en los que esta práctica es habitual.