La fe se desvanece entre los jóvenes españoles: apenas el 32% se declara católico
Hasta hace dos décadas, el 60% de la población de entre 18 y 29 años se identificaba con la Iglesia católica

Jóvenes católicos alzando la cruz de la Iglesia. | Freepik
La secularización avanza con fuerza entre los jóvenes españoles. En 2002, el 60% de la población de entre 18 y 29 años se identificaba como católica, mientras que en la actualidad, esa proporción ha caído al 32%. Así lo refleja la última edición de las Notas de Coyuntura Social, publicadas por Funcas, que constata una transformación profunda en el panorama religioso en España.
La disminución de la identificación católica no se limita a los jóvenes. También entre las personas de 70 años o más el porcentaje de quienes se consideran católicos ha pasado del 89% hace más de dos décadas al 77% en 2024. Aunque el reemplazo generacional explica en buena parte esta evolución, no es el único factor. Según Funcas, hay una pérdida de religiosidad a lo largo del ciclo vital.

Un ejemplo claro es la generación nacida entre 1943 y 1952: en 2002, cuando tenían entre 50 y 59 años, el 83% se declaraba católico; en 2024, ya con edades entre 70 y 79 años, ese porcentaje ha descendido al 73%. Esta tendencia es aún más marcada entre generaciones más recientes. Quienes nacieron entre 1973 y 1984 han pasado de un 60% de identificación católico tras el cambio de milenio, a un 42% a día de hoy.
El espacio dejado por el catolicismo no ha sido ocupado significativamente por otras religiones, como podría esperarse ante el aumento de la población de origen extranjero. La mayoría de quienes abandonan la religión mayoritaria se definen como «indiferentes, agnósticos o ateos», es decir, sin adscripción religiosa. En 2002, el 22% de la población no se identificaba con ninguna religión; en 2024, ese grupo alcanzó el 42% del total en España.

La práctica religiosa también se sitúa en mínimos históricos. Según la Encuesta Social Europea, en la actualidad solo el 17% de los adultos en España se declaraban católico y acudían a oficios religiosos al menos una vez al mes. Hace dos décadas, tal porcentaje era del 28%. En cuanto a la franja más joven, solo un 8% asistió durante 2024 a la práctica en la Iglesia al menos una vez al mes, frente al 33% que representó el grupo de 70 años o más.
Caída de las bodas católicas y menos niños matriculados en religión
El retroceso de la religión católica también se manifiesta en la vida cotidiana a través de indicadores como los matrimonios y la educación. En 2023, solo el 18% de los matrimonios entre personas de distinto sexo se celebró por el rito católico. En el 2000, todavía representaban el 76% del total, y en 1976 eran prácticamente la totalidad.
A este dato se suma la caída progresiva de la matrícula en la asignatura de religión católica en los centros educativos, lo que sugiere que el proceso de secularización aún no ha encontrado suelo. La caída en el ámbito escolar es notable. En el curso 2022-2023, el 56% del alumnado de Primaria estaba matriculado en la asignatura de religión católica, una cifra muy inferior al 85% registrado en el curso 1998-1999 (primer año con datos disponibles). En los centros públicos, la bajada ha sido especialmente pronunciada: del 81% al 44%. Los centros privados tampoco se salvan y, aunque la asignatura sigue siendo mayoritaria, también se observa un descenso: del 91% al 82%.
Según apunta Funcas, estas diferencias no necesariamente reflejan un mayor nivel de religiosidad en las familias del ámbito privado, sino que responden en muchos casos a la orientación confesional de buena parte de esos centros, así como a decisiones motivadas por el proyecto educativo o el entorno social más que por una práctica religiosa activa.