The Objective
Sociedad

Pesadilla en el campamento 'trans' vasco: cocineros desnudos y niños chupando pies

Un trabajador social relata que los chavales debían lamer un dedo a los monitores para poder tomar la merienda

Pesadilla en el campamento ‘trans’ vasco: cocineros desnudos y niños chupando pies

Imagen del campamento.

Un campamento de verano convertido en una auténtica pesadilla. Los niños de entre 13 y 15 años que el pasado mes de agosto pasaron por las colonias de Sarrea Euskal Udaleku Elkartea, en Bernedo (Álava), no han vuelto a ser los mismos. Muchos se encuentran traumatizados. Y no es para menos. Tal y como relató THE OBJECTIVE, eran obligados a ducharse juntos en grupos mixtos, a veces incluso con los monitores, que se escudaban en que no creían en «la división de géneros», y en que si alguien no se identificaba como hombre o mujer podía sentirse «categorizade» (sic).

El escándalo saltó tras la convivencia de 15 días, cuando varias niñas comenzaron a relatar a sus padres lo vivido en las colonias. Todas coincidían en señalar que los voluntarios se paseaban con sus miembros sexuales al descubierto. Concretamente, y en el lenguaje infantil, «en tetas». Y se metían en sus duchas. Una de las niñas contó cómo los espejos del alojamiento estaban inutilizados, aunque en uno de ellos habían dibujado a una mujer con las piernas abiertas junto a la frase «on egin» («buen provecho»).

Un monitor se encarga de dar de comer a los niños, de entre 13 y 15 años, en calzoncillos.

Pero hay mucho más. Los testimonios que aporta este viernes el diario El Correo, y que han sido corroborados por una de las familias a consulta de este medio, revelan nuevos detalles espeluznantes. Un trabajador social relata que, a modo de juego, los chavales debían chupar «el dedo del pie al monitor» si querían «comer la merienda», lo que violentó a los menores. También cuenta cómo una vez los cocineros se desnudaron del todo para preparar la comida y «uno de los niños no quiso comer».

En este sentido, las imágenes publicadas por la propia asociación abertzale en su página web son muy reveladoras. La mayoría de los monitores se muestran con atuendos poco adecuados para estar en presencia de niños: enseñando sus pectorales, en ropa interior o semidesnudos. Y eso en las imágenes que han publicado, pues al parecer se tomaban más libertades cuando no había una cámara delante, desnudándose íntegramente.

Un monitor posa puño en alto y en un atuendo poco decoroso delante de la mesa del comedor.

La mayoría de los nuevos testimonios insiste en que se obligaba a los adolescentes y niños a ducharse juntos. Pero también relatan teatros en los que «jugaban» a policías y manifestantes. En este caso, los niños simulaban estar protestando por algún tipo de causa y los monitores se dedicaban a perseguirles con palos en las manos. También se dio un caso de que a un niño le arrojaron una cazuela entera de guisantes.

El campamento se promocionaba en torno al euskera, la cultura vasca, la naturaleza y el feminismo, pero nadie sabía realmente el lugar al que estaban mandando a sus hijos. Las familias insisten en que en los estatutos de la asociación, que son públicos, no aparece ninguna referencia a este tipo de prácticas ni a los baños mixtos.

«Romper estigmas»

Lejos de negar las acusaciones, Sarrea Euskal Udaleku Elkartea ha emitido este viernes un comunicado justificando la presencia de las duchas mixtas como una forma de «normalizar todos los cuerpos» y «romper estigmas». «Más allá de ser simplemente un lugar de higiene», esas duchas son también «una oportunidad para romper estigmas y liberarnos de la vergüenza y la sexualización», ha aseverado la entidad.

«Nuestro proyecto educativo se basa en valores transfeministas y busca crear espacios seguros para todas las identidades y cuerpos», se ha excusado la asociación: «Cada actividad en los campamentos de verano es una herramienta para cultivar la convivencia, la autonomía y el cuidado, incluyendo las duchas. Estas también, más allá de ser un espacio de higiene, son una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización».

Posibles delitos

El caso ha generado conmoción. El Ayuntamiento de Bernedo ha confirmado que la Ertzaintza, tras ser informada, ya investiga los hechos y trata de determinar si se han cometido delitos en la actuación de los trabajadores del campamento. Asimismo, el consejero vasco de Seguridad, Bingen Zupiria, ha indicado que la Policía ha tenido constancia de «algunos sucesos que acontecieron en un edificio de Bernedo» con menores de edad, ratificando que se está investigando y señalando que ese inmueble «no es un centro educativo ni una colonia», y que dicha actividad «no figura en ningún registro público».

Por su parte, el Departamento de Juventud de la Diputación de Guipúzcoa ha manifestado su «firme condena» y ha calificado de «inaceptables» los hechos. Ahora, tras estallar el caso y con muchas incógnitas por resolver, las autoridades lo investigan al tiempo en que las familias siguen reclamando respuestas y explicaciones.



Publicidad