El consumo habitual de aceite de oliva reduce el riesgo de muerte a largo plazo, según un estudio
El estudio recomienda dos o más cucharas diarias de aceite de oliva, un alimento clave en la dieta mediterránea
El estudio recomienda dos o más cucharas diarias de aceite de oliva, un alimento clave en la dieta mediterránea
Un estudio de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche señala que el consumo habitual de aceite de oliva se asocia a un menor riesgo de muerte por «todas las causas», entre ellas las enfermedades cardiovasculares y el cáncer entre personas adultas.
El estudio de la UMH, realizado de forma conjunta con el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), observa un efecto protector del consumo de aceite de oliva en adultos de la Comunitat Valenciana y recomienda dos o más cucharadas diarias de este alimento «clave» de la dieta mediterránea y estudiado por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias o antihipertensivas.
Según ha explicado el centro universitario, en la investigación participaron más de 1.500 personas mayores de 18 años, a los que se les evaluó a mediados de los años noventa el estado de salud y los principales estilos de vida, como el consumo de tabaco, actividad física y la dieta habitual como el consumo habitual de aceite de oliva.
Después de 18 años de seguimiento, se ha determinado que, frente a no consumir, el hecho de consumir habitualmente dos o más cucharadas de aceite de oliva al día reduce un 31% el riesgo de mortalidad total, un 46% el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular y hasta un 51% el riesgo de muerte por cáncer.
Los investigadores de la UMH concluyen, por tanto, que el consumo habitual de aceite de oliva es seguro y puede reducir significativamente el riesgo de muerte a largo plazo, aunque recomiendan hacer más estudios prospectivos de gran tamaño para confirmar este efecto beneficioso del aceite de oliva en otras poblaciones no mediterráneas.
De esta forma, señalan, se realizarían recomendaciones más precisas sobre el consumo y sobre el tipo de aceite de oliva como componente de un patrón alimentario saludable.
Fuente: EFE