La ciencia anuncia que la temperatura corporal normal ya no es 36,6 grados
Factores como la evolución de la sociedad, el cambio climático y los avances médicos han contribuido a modificarla
Es común que, cuando queremos confirmar si tenemos fiebre al notar la frente caliente, recurramos a un termómetro para medir nuestra temperatura. Hasta ahora la temperatura media del cuerpo humano estaba establecida entre los 36 y los 37 grados, siendo los 36,6 grados la considerada la temperatura ideal.
Sin embargo, investigaciones recientes han puesto en duda la exactitud de esta cifra, sugiriendo que la temperatura corporal normal podría ser distinta de lo que se creía hasta ahora. Y es que, la evolución de la sociedad, el cambio climático y los avances médicos han contribuido a modificar esta cifra.
Hasta ahora 36,6 grados era la temperatura normal
La referencia de los 36,6 grados proviene de 1868, cuando el médico alemán Carl Wunderlich realizó un estudio en el que analizó la temperatura de 25.000 personas, utilizando un termómetro y registrando un total de un millón de mediciones.
De modo que, tras finalizar su investigación, Wunderlich estableció que la temperatura corporal normal, denominada normotermia, oscilaba en torno a los 37 grados (o incluso un poco más). Esta temperatura se considera estable, ya que el cuerpo la mantiene gracias a la dilatación de los vasos sanguíneos, que son los encargados de regular los estímulos del frío y del calor, oscilando entre los 36 y 37 grados.
¿Cuál es la temperatura media?
Sin embargo en la actualidad, un equipo de investigadores liderado por Julie Parsonnet, de la Universidad de Stanford, ha analizado cientos de miles de mediciones de temperatura corporal registradas en los últimos 150 años. Los resultados de este estudio indican que la temperatura media del cuerpo humano ha disminuido gradualmente con el tiempo, y que el valor de 36,6 grados ya no es exacto.
La nueva temperatura corporal normal estaría en torno a los 36 grados. Aunque aún no se conoce con certeza la causa de este descenso, la teoría principal sugiere que en la época de Wunderlich, la población era más vulnerable a enfermedades, lo que generaba temperaturas corporales más elevadas.
Así, a medida que la salud general ha mejorado, los niveles de temperatura han disminuido. Así, es probable que tengamos que acostumbrarnos a ver valores más bajos en el termómetro en el futuro.
¿Cuándo tenemos hipotermia?
La hipotermia se produce cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 grados, lo que supone un nivel peligrosamente bajo para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Se produce cuando se pierde calor más rápido de lo que se produce, ya sea por una exposición prolongada al frío, la inmersión en agua helada o incluso ambientes frescos en combinación con ropa húmeda.
Cambios de temperatura corporales repentinos
Los cambios repentinos en la temperatura corporal pueden ser causados por diversos factores que afectan la regulación del sistema termorregulador del cuerpo, controlado principalmente por el hipotálamo. De hecho, infecciones, como las causadas por virus o bacterias, pueden desencadenar fiebre, la responsable de nuestros cambios de temperatura.
Asimismo, en la sensación de hipotermia también influyen factores emocionales o hormonales, como el estrés, la ansiedad o la menopausia, que también pueden provocar cambios bruscos de temperatura. Además, enfermedades crónicas como el hipertiroidismo o la diabetes pueden alterar este equilibrio.
Causas de la temperatura corporal baja
Una temperatura corporal baja puede ralentizar las funciones metabólicas, lo que puede causar confusión, fatiga, ritmo cardíaco lento e incluso pérdida de conciencia en casos graves. Es importante tratar la hipotermia rápidamente para evitar complicaciones severas o daños en órganos vitales.
Diferencia de temperatura entre hombres y mujeres
La diferencia de temperatura corporal existente entre hombres y mujeres está influenciada por factores fisiológicos y hormonales. En general, las mujeres tienden a tener una temperatura corporal basal ligeramente más baja debido a las fluctuaciones hormonales relacionadas con el ciclo menstrual, especialmente durante la fase lútea, cuando los niveles de progesterona aumentan.
Sin embargo, los hombres suelen tener una mayor masa muscular, lo que contribuye a una mejor conservación del calor en condiciones frías. Además, la percepción de la temperatura también difiere: las mujeres tienden a sentir frío con mayor facilidad, ya que tienen menos masa muscular y una mayor proporción de grasa subcutánea, lo que afecta la forma en que se distribuye y retiene el calor.