Educación en España: cada vez más profesores y menos alumnos
Ambos fenómenos han favorecido que la ratio de estudiantes por docente sea la más baja de la serie histórica

Una profesora dando clase. | Freepik
España tiene más profesores que nunca. En efecto, aunque nuestro sistema educativo sufre numerosos problemas —el abandono escolar temprano, la alta tasa de repetición de curso o los pobres resultados de nivel académico en pruebas internacionales—, la escasez de personal desde luego no es uno de ellos.
Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, el número de docentes en nuestro país llegó a los 782.970 durante el curso 2023-2024. Hablamos de todo tipo de enseñanzas con excepción de la universitaria, es decir, desde la Educación Infantil hasta Bachillerato, pasando por la Formación Profesional. Son casi 15.000 más que el año académico anterior, lo que supone un crecimiento del 1,8%. Desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, son cerca de 66.000 profesores más, una subida favorecida por los numerosos procesos de oposiciones puestos en marcha en los últimos años.
Pero el incremento en el número de profesores no se limita a los años de gobierno del actual presidente. De hecho, se trata de una tendencia prácticamente ininterrumpida desde el curso 1990-1991, el último del que el Ministerio de Educación ofrece datos. Entonces, la cifra de docentes en las aulas apenas superaba los 445.000. Desde inicios de los noventa hasta hoy, por tanto, el número de maestros ha aumentado casi un 76%. El único curso en el que esta cifra descendió fue el 2012-2013, con Rajoy, cuando España perdió casi 18.000 profesores por efecto de los recortes durante la etapa más dura de la crisis.

Bajada de la natalidad
La plantilla educativa no para de crecer cuando el número de niños va a menos. En este sentido, hay un dato revelador: pese a que en 1990 la población española era sensiblemente inferior a la actual (no llegaba a 39 millones, por los casi 49 actuales), entonces había 46.000 niños más en edad escolar.
En efecto, el desplome de la natalidad experimentado en las últimas décadas (según los últimos datos del INE, en España nacieron 100.000 niños menos que hace diez años) está empezando a afectar al número de alumnos en nuestras aulas. Si bien en el cómputo general España aún tuvo más estudiantes en el curso 2023-2024 que en el año académico anterior, en el último lustro se observa un estancamiento en esa subida. De hecho, en el curso 2020-2021 ya se experimentó una caída en la cifra de jóvenes en nuestras aulas, algo que no sucedía desde hacía veinte años (curso 2001-2002).
Otro signo claro de cómo la baja natalidad está afectando al número de matriculaciones se puede observar en los primeros cursos de la enseñanza: en la última década, los matriculados en Infantil han bajado en 290.000 y, en Primaria, en 41.000. Una tendencia que se espera que se agudice en vista de las recientes estadísticas de hijos por mujer.
Se reduce la ratio de alumnos por profesor
Este fenómeno paralelo de aumento de los docentes y estancamiento —cuando no descenso— del número de estudiantes ha provocado una consecuencia lógica: la reducción de la ratio de alumnos por profesor. En concreto, se ha pasado de 18,8 pupilos por maestro en el curso 1990-1991 a 10,6 en el 2023-2024, la más baja de la serie histórica. Si se ajusta la tasa transformando los datos de alumnado y de profesorado a tiempo parcial en equivalente a tiempo completo, la tasa se queda en 11,1 estudiantes por cada docente.

España presenta una ratio alumnos/profesor inferior a la de la media de la OCDE en todas las etapas educativas. Por ejemplo, en Primaria, países como Estados Unidos (14), Alemania (15), Francia (18) o Reino Unido (19) tienen tasas superiores a la española (12 estudiantes por cada docente). Otros países de nuestro entorno presentan valores similares, como Portugal (12) o Italia (11). Con pequeñas variaciones, esta relación entre España y estos países se mantiene en el resto de etapas.
Pese a que la bajada de la natalidad es altamente preocupante, el descenso de la ratio -la bajada de alumnos por profesor- puede considerarse una buena noticia. El motivo es el gran consenso entre los expertos para señalar la caída de la ratio como una de las medidas más eficaces para mejorar el rendimiento académico, ya que permite una atención más personalizada de los docentes hacia. Lógicamente, esa mejoría no es inmediata, por lo que sólo el tiempo dirá si el sistema educativo español es capaz de aprovechar esa ventaja para subir el nivel de nuestros estudiantes, medido por ejemplo a través de informes internacionales como PIRLS o PISA.