Retiradas 400 toneladas de basura en el malecón de Santo Domingo

Unas 400 toneladas de basura han sido retiradas de las costas de Santo Domingo por brigadas estatales en los últimos cuatro días, después de que el río Ozama las arrastrase hasta allí a principios de la semana pasada como consecuencia de las lluvias residuales que dejó a su paso la tormenta Beryl.

La avalancha de residuos llegó al litoral caribeño después de que los responsables del puente flotante del río Ozama, que cruza la ciudad, decidieran abrirlo para evitar que sufriera daños en su estructura. Esta medida se tomó sin haber consultado a la alcaldía ni al Ministerio de Medio Ambiente para coordinar acciones, según ha informado el alcalde del Distrito Nacional de la ciudad, David Collado. Ha anunciado también que la cifra total estimada de desperdicios gira en torno a las 1.000 toneladas.

Los desechos proceden principalmente de las barriadas populares que rodean la ciudad, donde los servicios de limpieza y recogida de basuras tienen un acceso muy limitado.

Los brigadistas continúan con las labores de limpieza, a las que se han sumado brigadas del Ayuntamiento del Distrito Nacional, del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), de los Bomberos y de la Armada dominicana, entre otras instituciones públicas y privadas. Solo los trabajadores del MOPC han recogido ya 170 toneladas de basura en el litoral sur del malecón, según recoge un informe propio. Los obreros y guardias de la institución «continuarán entregados a la recolección con picos, palas y rastrillos en la clasificación y retiro de los desechos arrojados por el río Ozama al mar», ha informado a través de un comunicado el director de la Comisión Militar y Policial del MOPC, el general Estanilao Gonell.

El turismo es la principal fuente de ingresos del país. El año pasado supuso el 8% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con un estudio publicado bajo la supervisión de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES). A pesar de que las playas de Santo Domingo no admiten bañistas, tanto la franja costera como el malecón son espacios aprovechados por locales, turistas y una amplia oferta de establecimientos comerciales.