Irlanda sacrificará a sus visones por temor a la mutación del coronavirus

El Gobierno irlandés ha anunciado este jueves que sacrificará todos los visones de granja del país por temor a que sean portadores de una mutación del coronavirus[contexto id=»460724″] transmisible a los humanos, la cual ya ha sido detectada en Dinamarca en estos pequeños mamíferos, criados por sus pieles.

Por qué es importante: Irlanda, un país de cinco millones de personas, cuenta con tres granjas de visones, donde viven unos 100.000 de estos mamíferos, según informan medios nacionales. «Continuar con la cría del visón representa un riesgo continuo de que surjan nuevas variantes» del virus ligadas a este animal, ha reconocido en un comunicado el ministerio de Agricultura.

Aunque hasta ahora no se ha detectado ningún caso en el país, el ministerio de Sanidad «ha recomendado que el visón criado en Irlanda sea sacrificado para reducir o eliminar el riesgo». Desde el ministerio de Agricultura han asegurado que se mantienen en estrecho contacto con los criadores «para discutir los próximos pasos».

A principios de noviembre, Dinamarca, el mayor exportador de visones del mundo, ordenó la eliminación de todos sus ejemplares -entre 15 y 17 millones- tras descubrirse en ellos una mutación del nuevo coronavirus[contexto id=»460724″] transmisible a los humano que podría, según Copenhague, comprometer la eficacia de una futura vacuna. Este jueves, el ministerio de Sanidad danés ha afirmado que esta mutación del virus está «muy probablemente extinguida».

Países Bajos fue el primer estado que registró un brote de COVID-19 en una granja de visones el pasado julio. Tras observar múltiples casos como este, el gobierno holandés tomó la decisión de poner fin a la práctica de la cría de visones para la industria peletera. Algo similar ocurrió en Aragón, donde este verano se ordenó el sacrificio de 92.700 visones de una granja de La Puebla de Valverde (Teruel), como medida «drástica» y «preventiva» tras el aumento de los contagios entre los animales.