Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado fijar en un 55% su posición negociadora para la reducción de emisiones de efecto invernadero para el año 2030 respecto a los niveles de 1990, tras una maratoniana madrugada de negociaciones.
En contexto: los países deben negociar ahora este porcentaje con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo antes de fijar el objetivo final. Las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero continuaron creciendo por tercer año consecutivo en 2019, cuando alcanzaron un nuevo récord de 59,1 gigatoneladas de equivalente a CO2, según un informe del PNUMA.
«Europa es líder en la lucha contra el cambio climático. Hemos decidido reducir nuestras emisiones de efecto invernadero al menos un 55 % para 2030», ha escrito en Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.