Las autoridades australianas han evacuado a unas 18.000 personas en los últimos días a raíz de las inundaciones que aquejan desde la semana pasada a la costa este del país y que han sido consideradas como las peores en más de cinco décadas.
Las cifras: del total de evacuados, 15.000 pertenecen a la costa norte-central del estado de Nueva Gales del Sur, donde han caído 900 milímetros de lluvias en los últimos seis días, mientras que otras 3.000 son residentes de barrios en el oeste de Sídney, según ha explicado la jefa del Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
Muchas de las áreas inundadas en plena pandemia de la COVID-19[contexto id=»460724″] han sufrido también el impacto de los incendios forestales de 2019-20, considerados como unos de los peores y más largos de la historia australiana, así como una fuerte y devastadora sequía.
«No sé de ningún momento en la historia de nuestro estado en el que hayamos tenido este tipo de condiciones meteorológicas extremas en una sucesión tan rápida de tiempo y en medio de una pandemia», ha dicho Berejiklian a los periodistas en Sídney. «Nos estamos preparando para una semana muy difícil», ha añadido al destacar que hasta el momento no se han registrado muertes ni heridos graves.
Las autoridades australianas han declarado este fin de semana a 38 localidades, entre ellas varios barrios del oeste de Sídney, como zonas de desastre natural a raíz de estas lluvias torrenciales que han inundado carreteras y casas.
Las inundaciones también han perturbado el transporte urbano, obligado a cerrar unas 200 escuelas y aislado algunas localidades en la costa norte-central de Nueva Gales del Sur, por lo que el Ejecutivo australiano no descarta el despliegue del Ejército si los gobiernos regionales así lo requieren. «Tenemos helicópteros listos y otras cosas para apoyar en la búsqueda y rescate», ha dicho el primer ministro australiano, Scott Morrison, a la emisora 2GB, al recordar que su Gobierno dará ayudas financieras a los damnificados por esta catástrofe.
En el vecino estado de Queensland, fronterizo con Nueva Gales del Sur, también se siente el embate de las lluvias torrenciales y se temen inundaciones catastróficas esta semana.
Por el momento no se conoce la magnitud de los daños de las inundaciones en Nueva Gales del Sur, pero el director ejecutivo del Consejo de Aseguradoras de Australia, Andrew Hall, ha afirmado que sus empresas afiliadas han recibido 5.000 reclamos, según la cadena local ABC.