La multinacional española Repsol dejará de producir en junio en su plataforma Casablanca, frente a la costa mediterránea de España, una decisión que ya comunicó a las autoridades, según han confirmado este miércoles a Efe fuentes de la compañía.
Lo más importante: con el cese de la producción en esta plataforma, se pondrá fin a la historia de casi 60 años de la extracción petrolífera en España, que comenzó en una zona rural del norte del país donde en 1964 se descubrió el «oro negro». Una historia que tocó fin en febrero de 2017, cuando el Gobierno español denegó la solicitud de una prórroga de diez años solicitada por la empresa adjudicataria CPS.
La decisión de Repsol coincide con el objetivo marcado en su nuevo plan estratégico 2021-2025 de centrar su actividad en áreas geográficas más competitivas. Asimismo, se anticipa a la filosofía de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada recientemente en el Parlamento español, que establece que, cuando entre en vigor, no se otorgarán nuevas autorizaciones de exploración ni concesiones de explotación de hidrocarburos en toda España.
De este modo, el 6 de junio de 1964 fue cuando saltó el primer chorro de petróleo de uno de las cien perforaciones que se llevaban realizando 34 días en la zona, que en los años sesenta pasó a ser conocida como «el Texas español».
La plataforma se botó en 1981, en 2018 producía aproximadamente 2.000 barriles al día y alguna de sus concesiones para la explotación de hidrocarburos cuenta aún con permisos hasta la década de 2040. Su cierre también implica que los pozos Boquerón, Chipirón, Lubina y Montanazo, deberán terminar su actividad pese a tener licencia de producción hasta 2025.