La erupción volcánica de La Palma tiene dos fisuras, separadas unos 200 metros, y ocho bocas por las que emerge la lava, ha explicado el director técnico del Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de Canarias, Pevolca, Miguel Ángel Morcuende.
En contexto: el domingo se produjo una erupción volcánica en la Cumbre Vieja de La Palma, en la zona de Las Manchas, después de más de una semana en la que se acumularon miles de seísmos en la zona. El presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata, anunció a última hora del día que la erupción no había ocasionado víctimas personales pero sí daños materiales en al menos ocho viviendas. En las zonas más expuestas, las autoridades anunciaron que evacuarían a entre 5.000 y 10.000 personas.
Morcuente, en una rueda de prensa posterior a la reunión del comité científico del Pevolca, a la que ha asistido el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha señalado que ya se han terminado las evacuaciones, salvo algunas casas diseminadas.
La lava ya ha entrado en el municipio de Los Llanos de Aridane al atravesar la carretera LP2, ha dicho Morcuende, que ha especificado que, según las simulaciones realizadas por el Instituto Geográfico Nacional, la lava se dirige hacia los núcleos de La Bombilla y Puerto Naos, en la costa.
El técnico ha informado además de que ocho casas han desaparecido bajo la lava y se han desalojado todos aquellos núcleos donde puede llegar la colada.
Ha alertado que continúa la deformación de la superficie que se ha elevado 19 centímetros y sigue habiendo un aporte magmático en la zona por lo que no sería descartable que aparezcan nuevas fisuras.
Por otra parte, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha explicado que el nuevo volcán que surgirá de la erupción podría contener entre 17 y 20 millones de metros cúbicos de magma. Esa cantidad supera con amplitud los 11 millones de metros cúbicos estimados inicialmente por los técnicos, pero supone menos de la mitad de la lava que vertió el Teneguía en 1971: 43 millones de metros cúbicos.
Ángel Víctor Torres ha dado por hecho que el volcán «va a seguir erupcionando», aunque «todo hace prever» que no habrá nuevos puntos de erupción, quizá «alguna fisura» más.