¿Cómo se cuida la flor de Pascua? Los trucos para saber si es de interior o de exterior
Originaria de México, destaca por sus llamativas brácteas rojas, que se confunden con sus flores por su gran tamaño
La flor de Pascua, también conocida como poinsettia o flor de Nochebuena, es una de las plantas más representativas de la Navidad. Originaria de México, destaca por sus llamativas brácteas rojas, que a menudo se confunden con sus flores. Estas plantas aportan un toque festivo, pero requieren ciertos cuidados para mantenerse saludables y radiantes durante y después de las festividades.
La flor de Pascua es una joya navideña que, con un poco de atención, puede alegrar tu casa durante mucho tiempo. Siguiendo estas recomendaciones, no solo disfrutarás de su belleza durante las fiestas, sino que podrás conservarla y reutilizarla año tras año, convirtiéndola en un símbolo personal y sostenible de la Navidad.
Cuidados básicos de la flor de Pascua
La flor de Pascua necesita una ubicación con mucha luz indirecta. Colócala cerca de una ventana donde no reciba luz solar directa, ya que esta puede quemar sus delicadas brácteas y hojas. La luz indirecta es fundamental para mantener su color vibrante y su salud general. Esta planta prospera en temperaturas de entre 15 y 20 °C. Evita los extremos: no debe exponerse a corrientes de aire frío ni a fuentes de calor, como radiadores o chimeneas. Mantenerla en un ambiente estable ayudará a prolongar su vida útil.
Riégala cuando el sustrato esté seco al tacto, evitando que el agua se acumule en el fondo de la maceta, ya que esto puede causar la pudrición de las raíces. Un truco es regarla con agua tibia y retirar el exceso tras unos minutos. Cambiarla de lugar constantemente puede afectar su salud y provocar la caída de sus hojas.
Manipula la planta con cuidado, ya que sus hojas y brácteas son frágiles. Además, recuerda que su savia puede irritar la piel, por lo que se recomienda usar guantes al manipularla.
Dónde colocar la flor de Pascua en casa
Una mesa o estante cerca de una ventana es perfecto, siempre y cuando la luz sea filtrada. Evita entradas de aire frío como puertas o ventanas que se abren constantemente. Colócala a una distancia prudente de radiadores, chimeneas o estufas para prevenir la deshidratación y daños en sus hojas.
Además, su presencia no solo debe ser funcional sino también decorativa. Muchas personas la usan como pieza central en mesas navideñas o para adornar esquinas estratégicas del salón. Incluso puedes combinarla con otros elementos festivos como velas, luces o guirnaldas.
Cómo mantenerla hasta la próxima Navidad
La flor de Pascua puede mantenerse saludable durante meses o incluso años con los cuidados adecuados. Por eso, después de las fiestas, cuando sus brácteas pierden color, es recomendable podar la planta dejando unos diez centímetros el tallo. Durante la primavera, colócala en un lugar más soleado y fertilízala para estimular su crecimiento.
Para que recupere su color rojo característico durante la floración del próximo invierno, en otoño se debe someter a un ciclo de oscuridad controlada, cubriéndola durante de doce a catorce horas diarias durante al menos dos meses.
¿Es de interior o de exterior?
La flor de Pascua es principalmente una planta de interior en climas templados y fríos, ya que es sensible al frío y no tolera temperaturas por debajo de los 10 ó 15 °C. Sin embargo, en regiones tropicales o subtropicales, donde las temperaturas son cálidas durante todo el año, puede cultivarse como planta de exterior, llegando a convertirse en un arbusto ornamental.
En interiores, se coloca en lugares bien iluminados y protegidos de las corrientes de aire, mientras que en exteriores prefiere ubicaciones con luz indirecta o semisombra y suelos bien drenados.