Cinco claves para acelerar el crecimiento de tus plantas de tomates y cosechar con éxito
Las tomateras pueden crecer mucho más rápido si se les aplican buenas prácticas de cultivo y un riego moderado

Una planta de tomate o tomatera. | Canva
No basta con sembrar y esperar, para que las plantas de tomates se desarrollen de forma fulgurante es necesario conocer qué factores clave intervienen en su desarrollo. Y cómo actuar, en consecuencia puede marcar la diferencia entre plantas lentas con pocos frutos y tomateras fuertes, sanas y productivas.
Antes de entrar en las técnicas, conviene recordar que el crecimiento del tomate depende de varios componentes: la calidad del suelo o sustrato, la luz, el riego, la nutrición y la salud de la planta. Un exceso o una deficiencia de cualquiera de estos factores puede retrasar su desarrollo.
Técnicas para las plantas de tomates
Si sigues estas técnicas tus plantas de tomates, crecerán rápidamente dando frutos:
1. Profundizar la plantación del tallo
Esta técnica consiste en enterrar parte del tallo de la planta al trasplantarla o al sembrarla, de modo que se formen raíces adventicias a lo largo del tallo enterrado.
Cómo ponerla en práctica:
- Cuando traslades la plantita de tomate al suelo o a la maceta definitiva, cava un hoyo un poco más profundo que el cepellón original.
- Coloca la planta de modo que quede enterrada hasta justo por debajo de la primera pareja de hojas verdaderas, de manera que el tallo (excepto las hojas superiores) quede bajo tierra.
- Asegúrate de que la tierra que cubre el tallo esté bien apisonada suavemente para eliminar bolsas de aire.
- Riega ligeramente después del trasplante para asentar el sustrato.
- Esta técnica fortalece el sistema radicular y ayuda a la planta a absorber más agua y nutrientes, lo que acelera el crecimiento.
2. Tutorizar y despuntar las plantas de tomates
Despuntar el brote principal cuando ha alcanzado cierta altura. Esto ayuda a que la planta dirija su energía a la formación de un tronco más fuerte y a raíces más extensas antes de centrarse únicamente en la producción de frutos.
Cómo ponerla en práctica:
- Instala un tutor (una caña, varilla metálica, o soporte específico) al lado de la planta desde el inicio, de modo que la planta vaya guiándose hacia arriba.
- Ata la planta al tutor de forma suave (puede usarse cinta de tela o plástico flexible) de modo que no se dañe el tallo.
- Cuando la planta haya alcanzado una altura adecuada, despunta el brote principal, cortándolo ligeramente por encima de un nudo de hojas.
- Esto redirige la energía hacia las ramas laterales y mejora la estructura general de la planta, lo que favorece un crecimiento más robusto y rápido.
@huertoorganicoonline Cultivar tomates es una actividad gratificante y beneficiosa. Estos deliciosos frutos rojos no solo te permiten disfrutar de su frescura y sabor, sino que también te brindan la satisfacción de cultivar tu propia comida. Los tomates son fáciles de cultivar en casi cualquier entorno y pueden ser una excelente manera de conectar con la naturaleza y mejorar tu bienestar. ¡Únete a la diversión del cultivo de tomates y descubre el placer de cosechar tus propios alimentos! #CultivoDeTomates #TomatesCaseros #CosechaDeliciosa #VidaSostenible #HuertoEnCasa #JardineríaAmateur #AlimentaciónSaludable #DisfrutaLaNaturaleza #CultivaTuPropiaComida ♬ [Animals and dishes] Cute BGM – Sound Owl
3. Fertilización equilibrada
Para que una tomatera crezca rápidamente es esencial suministrarle nutrientes adecuados en el momento adecuado. No basta con abonar al inicio, hay que mantener una nutrición equilibrada durante el crecimiento.
Cómo ponerla en práctica:
- Antes de plantar, enriquece el suelo o sustrato con compost bien descompuesto o abono orgánico de base.
- Una vez que la planta esté establecida, aplica un fertilizante rico en nitrógeno en la fase de crecimiento vegetativo para fomentar hojas y tallo fuertes.
- Cuando empiecen a formarse flores y frutos, cambia a un fertilizante con mayor proporción de potasio y fósforo para favorecer la floración y fructificación.
- Evita excesos de nitrógeno en etapas tardías, ya que favorecen mucho la vegetación pero pueden retrasar la producción de fruto.
- Riega después de abonar para que los nutrientes se disuelvan y estén disponibles para las raíces.
4. Riego regular
Una planta de tomate que sufre altibajos de riego tiende a crecer más lentamente y ser más propensa a enfermedades. El riego juega un papel fundamental para evitar tanto la sequía como el encharcamiento.
Cómo ponerla en práctica:
- Riega la tomatera cuando la capa superior del suelo esté seca al tacto. No esperes a que todo el sustrato esté seco.
- Asegúrate de que el suelo drene bien, evita que quede agua encharcada alrededor de las raíces.
- Durante fases de calor o cuando la planta está en crecimiento intenso, aumenta la frecuencia del riego pero sin saturar.
- Aplica mantillo alrededor de la base de la planta para conservar la humedad y regular la temperatura del suelo.
- Evita mojar en exceso las hojas al regar, ya que la humedad foliar prolongada favorece hongos y enfermedades, lo que ralentiza el crecimiento.
5. Buena ventilación
Para crecer rápido, las tomateras necesitan una buena dosis de luz solar directa y una ventilación adecuada, lo cual también se señala en el vídeo. Una planta que no recibe suficiente luz se debilita y crece lentamente.
Cómo ponerla en práctica:
- Coloca tus plantas de tomate en un lugar donde reciban al menos ocho horas de luz solar directa al día. En climas más fríos incluso pueden beneficiarse de diez horas.
- Evita colocarlas demasiado cerca de paredes altas o árboles que proyecten sombra la mayor parte del día.
- Asegúrate de que haya buena ventilación alrededor de la planta para reducir humedad en el follaje y favorecer un ambiente saludable.
- Si las plantas están en invernadero abre ventilaciones o puertas para evitar exceso de calor o falta de aire.
- Una planta bien iluminada y ventilada podrá realizar la fotosíntesis de forma eficaz, lo que acelera su crecimiento.
Otras técnicas para su crecimiento
Además de las cinco anteriores, existen otras prácticas que pueden ayudar a tus plantas de tomate a desarrollarse más rápidamente:
- Asegúrate de que la temperatura del suelo sea adecuada.
- Los expertos sugieren que los posos de café aportan nitrógeno y ácidos útiles para el tallo y las hojas.
- Para evitar la pudrición apical y asegurar un fruto sano, lo que indirectamente ayuda a que la planta no se ralentice por estrés.
- Retirar los brotes laterales no deseados (chupones) y las hojas demasiado bajas mejora la circulación de aire.
- Evitar plantar tomates en el mismo lugar año tras año para reducir acumulación de patógenos y asegurar un suelo sano.
Con constancia, observación y cuidados adecuados, tus plantas de tomates o tomateras pueden convertirse en plantas fuertes que nos recompensen con abundantes y sabrosos frutos.