Bill Gates dona 100.000 pollos a África para combatir la pobreza
Según comenta en su página web, “a largo plazo, con un precio de venta de 5 dólares por gallina como es típico en África Occidental, esa familia puede ganar más de 1.000 dólares al año, mientras que el umbral de la extrema pobreza está en unos 700 dólares anuales”. El multimillonario anima a la gente a visitar la web del proyecto y pedir una donación para poder entregar esos 100.000 pollos. Con la ayuda de Heifer International, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para acabar con la pobreza en los países subdesarrollados, Gates tiene previsto poner en marcha esta iniciativa. También pretende mejorar el empoderamiento económico de las mujeres, ya que, al ser animales pequeños, las gallinas normalmente se quedan cerca de casa y en muchos países son percibidas como responsabilidad de la mujer.
El fundador de Microsoft ha lanzado una campaña benéfica para ayudar a combatir la pobreza en el África subsahariana. Allí pretende enviar 100.000 pollos para que miles de familias puedan comenzar su propio negocio. El magnate argumenta que las gallinas son animales fáciles de criar y si una familia granjera dispone de cinco y logra que un vecino le preste un gallo para fecundarlas, en solo tres meses podría disponer de 40 aves.
Según comenta en su página web, “a largo plazo, con un precio de venta de 5 dólares por gallina como es típico en África Occidental, esa familia puede ganar más de 1.000 dólares al año, mientras que el umbral de la extrema pobreza está en unos 700 dólares anuales”. El multimillonario anima a la gente a visitar la web del proyecto y pedir una donación para poder entregar esos 100.000 pollos. Con la ayuda de Heifer International, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para acabar con la pobreza en los países subdesarrollados, Gates tiene previsto poner en marcha esta iniciativa. También pretende mejorar el empoderamiento económico de las mujeres, ya que, al ser animales pequeños, las gallinas normalmente se quedan cerca de casa y en muchos países son percibidas como responsabilidad de la mujer.