Las pastillas contra la acidez estomacal aumentan el riesgo de muerte
Un nuevo estudio demuestra que el uso prolongado de medicamentos contra la acidez estomacal está asociado con el aumento del riesgo de muerte, tal y como publica Futurity. Este estudio se suma a otros en los que se relacionan los inhibidores de la bomba de protones (PPI, por sus siglas en inglés) con daños renales graves, fragilidad ósea y demencia. Estos fármacos son tomados habitualmente para pacientes con problemas de úlceras, acidez estomacal y otros problemas gastrointestinales, y el informe menciona algunas tan conocidos como el Prevaci, el Prilosec o el Nexium.
Un nuevo estudio demuestra que el uso prolongado de medicamentos contra la acidez estomacal está asociado con el aumento del riesgo de muerte, tal y como recoge Futurity. Este estudio se suma a otros en los que se relacionan los inhibidores de la bomba de protones (IBP) con daños renales graves, fragilidad ósea y demencia. Estos fármacos son tomados habitualmente por pacientes con problemas de úlceras, acidez estomacal y otros problemas gastrointestinales, y el informe menciona algunos tan conocidos como el Prevaci, el Prilosec o el Nexium.
Los investigadores del estudio, pertenecientes a la Universidad de Washington, han examinado los historiales médicos de cerca de 275.000 usuarios de IBP y unos 75.000 consumidores de otra clase de medicamentos, los antagonistas de los receptores de H2, para reducir la acidez estomacal, y han publicado los resultados en el medio especializado BMJ Open.
«Hay un aumento del riesgo de muerte en los consumidores de IBP», explica el profesor Ziyad Al-Aly, director del estudio. «Por ejemplo, cuando comparamos a los pacientes que tomaban antagonistas de los receptores con aquellos que tomaban IBP durante uno o dos años, descubrimos que estos últimos habían aumentado en un 50% el riesgo de morir durante los cinco años siguientes. La gente cree que los inhibidores son seguros, pero los riesgos que conllevan son reales, especialmente cuando el consumo es habitual».
Tanto unos como otros son recetados para combatir enfermedades graves, como son el sangrado del tracto gastrointestinal superior, la enfermedad por reflujo gastroesofágico o el cáncer de esófago. Sin embargo, el consumo de estos en caso de acidez estomacal o indigestión es bastante común. Los investigadores calculan que por cada 500 personas que toman IBP al año, hay una muerte extra que no se habría producido de lo contrario. Teniendo en cuenta los millones de personas que toman IBP regularmente, la cifra podría multiplicarse por miles, según Al-Aly.