Texas desoye las presiones diplomáticas y ejecuta a otro ciudadano mexicano

A última hora del miércoles, Texas ejecutaba a otro ciudadano mexicano a pesar de la oleada de apelaciones y presiones diplomáticas de expertos de derechos humanos de las Naciones Unidas para que no se llevara a cabo la ejecución.

Se trata de Rubén Cárdenas, de 47 años, cuya condena tuvo lugar después que el gobierno mexicano agotara todos los recursos judiciales que terminaron ante la Corte Suprema, quien se negó a revisar el caso, según un comunicado oficial.

En sus últimas palabras, Cárdenas agradeció a su familia, amigos, abogados y al gobierno mexicano su ayuda. «No puedo ni me disculparé por el crimen de otra persona, pero ¡volveré por justicia! Pueden contar con ello», escribía antes de morir. «Quiero agradecer a mi familia por creer en mí y por estar conmigo hasta el final. ¡Los amo mucho! ¡Y sé que ustedes me aman también! La vida continúa», agregaba.

A Cárdenas, le inyectaron una dosis letal de pentobarbital. Fue declarado muerto a las 10:26.

Rubén Cárdenas fue declarado culpable y sentenciado a muerte por el asesinato en Edinburg en 1997 de su prima de 16 años, Mayra Laguna. Después de horas de interrogatorio, Cárdenas confesó que se metió a hurtadillas en la habitación de su la víctima a través de una ventana en una mañana de febrero y luego la secuestró, violó y mató antes de dejar su cuerpo cerca de un canal, según documentos judiciales.

«Después de 21 años de espera, finalmente se hizo justicia», dijo la hermana de Laguna, Roxana Jones, en una declaración después de la ejecución. «Las palabras no pueden describir el alivio que se siente al saber que hay verdadera paz después de tanto dolor y pena. Mayra seguirá cuidando a la familia y amigos».

Por su parte, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, expresó igualmente su «más firme condena a la ejecución del mexicano Rubén Cárdenas en Texas que viola la decisión de la Corte Internacional de Justicia», según un mensaje en Twitter en el que envió su «más sentido pésame a los deudos».

Expreso mi firme condena a la ejecución del mexicano Rubén Cárdenas Ramírez en Texas, que viola decisión de la Corte Internacional de Justicia. Mi más sentido pésame a los deudos.

— Enrique Peña Nieto (@EPN) 9 de noviembre de 2017

Peña Nieto se refiere a un fallo de la Corte Internacional de 2004 en el que ordenó a las cortes estatales de Estados Unidos «revisar los casos de 51 mexicanos sentenciados a pena de muerte», entre ellos Cárdenas, por haber incumplido en informar a las autoridades consulares, un derecho previsto en la Convención de Viena.

Cinco mexicanos, incluido Cárdenas, fueron ejecutados desde entonces, 13 ya no enfrentan una sentencia capital y uno falleció de cáncer.

La ejecución se realizó en un momento de tensiones entre México y Estados Unidos, con el presidente Donald Trump proponiendo construir un muro para impedir el paso de indocumentados y un fuerte discurso antimexicano: les ha llamado violadores, narcotraficantes y ladrones.

En la actualidad hay 75 ciudadanos mexicanos en procesos penales que podrían acabar condenados a muerte. Otros 54 ya fueron sentenciados.