Hasta ahora sabíamos que una epidemia fatal se extendió en México en 1545 y que la amplísima mayoría de los aztecas cayó gravemente enferma, con fiebres altas, jaquecas y sangrado en ojos, nariz y boca. Casi todos murieron al cabo de los tres o cuatro días de contraer la enfermedad. Los afectados equivalían al 80% de la población existente, unas 15 millones de personas, que contrajeron lo que apodaron como cocoliztli. Nosotros preferimos llamarlo peste. Sin embargo, una nueva investigación científica sostiene que esta fue solo una de las tres grandes enfermedades que mataron a los aztecas.
«La causa de esta epidemia ha sido debatida durante más de un siglo por los historiadores y ahora podemos proporcionar una evidencia directa a través del uso de ADN y contribuir así a una cuestión histórica de largo alcance», defiende Ashild Vagene, de la Universidad de Tuebingen (Alemania), en unas declaraciones recogidas por The Guardian. Vagene es una de las coautoras de esta investigación, publicada este lunes en la revista científica Nature Ecology and Evolution.
Los científicos han determinado, tras el análisis del ADN de 29 esqueletos enterrados, que una variedad de salmonella –enterica– fue la más devastadora de todas las bacterias. Además, sospechan que el contagio se habría producido a través de los animales domésticos que transportaron los españoles. Ya se sabe que esta enfermedad estuvo presente en Europa durante la Edad Media.
Otra de los coautoras, Kirsten Bos, especifica que la salmonella es el único patógeno que han podido encontrar, lo cual no descarta que existan otros desconocidos o difícilmente detectables con la tecnología actual.